martes, 8 de julio de 2014

La inversión extranjera vuelve a ganar peso y sujeta ya al ladrillo en la Costa del Sol (La Opinión)

En algunos puntos como Marbella o Estepona, que han regresado a la ruta del crecimiento, concentran el 70 por ciento de las operaciones inmobiliarias – El mercado da síntomas de estabilización, aunque con una planta todavía amplia sin vender

08.07.2014 | 01:45
Diversos compradores consultan un proyecto en el salón inmobiliario de Málaga.
Diversos compradores consultan un proyecto en el salón inmobiliario de Málaga. 
La recuperación de la demanda extranjera, notoriamente influida por los ritmos del turismo y el regreso a la buena prensa de puntos como Marbella o Estepona, vuelve a servir de acicate al ladrillo. A pesar de que el sector todavía está lejos de exhibir el músculo de hace más de un lustro, cuando ejercía de referencia económica de la provincia, los compradores foráneos empiezan a apuntalar los cimientos del resurgir de la actividad inmobiliaria, que ya despega, en algunas zonas, con eco de continuidad.

Según el informe elaborado por Tinsa, los extranjeros han tomado el testigo dejado por la clientela española, que sigue sin poder desentenderse de la crisis. El cambio de protagonistas es especialmente pronunciado en el área de la Costa del Sol, donde, con cifras relativas al primer trimestre de este año, los inversores procedentes de otros países han pasado de concentrar el 23,8 por ciento de las operaciones (2007) al 39,4. La tendencia, además, se multiplica si se analizan en exclusiva los balances de Mijas, Benalmádena, Marbella o Estepona, localidades, todas ellas, en que el 70 por ciento de las compraventas tienen que ver ya con este tipo de cliente.
La fuerza de la demanda extranjera se manifiesta en la entrada en escena de nuevos compradores. Algunos tan sumamente concienzudos como para poder disputarle el liderazgo a medio y largo plazo a los británicos, que siempre han sido los más propensos a invertir en la Costa del Sol. Rusos, suecos, noruegos, finlandeses o belgas -estos últimos con una cuota de mercado que ha evolucionado del 1,6 al 9,5 por ciento en seis años- representan los nuevos animadores del mercado. Sobre todo, en el llamado triángulo de oro -integrado por Marbella, Estepona y Benahavís-, que se ha apuntado a una velocidad distinta, comandando, incluso, a nivel nacional la reactivación del sector.
De acuerdo con Antonio García, director territorial de Tinsa, el litoral de la provincia presenta, en este sentido, un panorama bastante heterogéneo. En la mayoría de los puntos, el mercado, que, tras años de continuas bajadas, parece haber estabilizado sus precios, da cuenta de una tímida recuperación, aunque con un stock de pisos sin vender, muchos de ellos en manos de los bancos, todavía abultado. Los cálculos de la consultora apuntan a que, con los ritmos de ventas actuales, toda esta planta en espera será liquidada en 2017, por lo que en 2015 los grandes promotores comenzarán ya a tramitar nuevas construcciones.
En Marbella, donde alrededor de la mitad de los compradores extrajeros son no residentes, ya hay algunas promociones pendientes y se ha vuelto a la venta sobre plano. Además, el plazo medio de comercialización de los pisos ha menguado hasta situarse entre seis meses y un año -en la franja que discurre entre Málaga y Nerja la cifra es de 16-20 meses para la obra nueva y de 18-22 para los de segunda mano-.
El tipo de producto más demandado en las áreas con mejores rendimientos es la vivienda plurifamiliar, preferentemente de corte vacacional y en urbanizaciones consolidadas.

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