viernes, 11 de octubre de 2013

Una noria del XVII en ruinas en Martiricos (La Opinión)

En terrenos de la Diputación de Málaga continúa malviviendo la noria de la Huerta Godino, de mediados del XVII. Un monumento a la inoperancia en acción.
Si quieren ver ustedes una demostración palpable de pasotismo administrativo a pleno rendimiento, sólo tienen que darse una vuelta por la parte trasera de Martiricos, recorrida por una calle dedicada a Salvador Dalí.
La calle, por tratarse de tan famoso homenajeado, está repleta de pintadas que al maestro de Figueres le harían poner los pies en polvorosa, pues su calidad artística sólo es comparable con el mensaje intelectual que esconden y que refleja, más que una explosión de creatividad, una implosión de neuronas.
Un detalle de las grietas de la noria. Alfonso Vázquez
Un detalle de las grietas de la noria. Alfonso Vázquez
En este entorno tan descuidado, convertido en socorrido aparcamiento, dormita una construcción de la que, seguramente, sólo tendrán nuevas noticias cuando se desplome y chafe un par de coches.
Se encuentra en terrenos de la Diputación de Málaga, cuyos responsables de los últimos 40 años ha mostrado el mismo interés por ella que por la cultura esquimal. De hecho, hay una foto de los años 70 en la que ya se aprecia que necesita un repasito.
Hablamos de la vieja noria de la Huerta Godino. Hace casi un año este diario se interesó por ella porque se encuentra en un estado sencillamente alarmante. El profesor de Historia del Arte de la UMA, Francisco Rodríguez Marín, calculó que había sido construida a mediados del siglo XVII, una época quijotesca en la que la noria daba servicio a las tierras del caballero Alonso Godino de Zaragoza, aprovechando la cercanía del arroyo de los Ángeles y del Guadalmedina.
La noria ha pasado por muchos avatares: la invasión francesa, dos repúblicas moviditas, dos dictaduras y una guerra civil. Es una superviviente, pero no parece que vaya a sobrevivir a la desgana de la Diputación de Málaga, que simplemente la está dejando caer.
El principal factor de deterioro es el bosque de árboles de gran altura que crece en lo alto y cuyas raíces están rompiendo por dentro la estructura. Pese a que parte de ella fue reforzada con cemento, las grietas se multiplican. El viejo artefacto ha sido vallado y la basura se acumula en el perímetro de protección.
En los últimos 40 años la noria de la Huerta de Godino ha importado un pimiento y eso que todavía se emplea la mina de agua para el riego y el lavado en el vecino centro Virgen de la Esperanza y en la extinta guardería de la Diputación, como recordaba en noviembre pasado Juan Antonio Ruiz, presidente de la Asociación en Defensa del Patrimonio Industrial de Málaga –lo que ya es tener más moral que el Alcoyano–. Precisamente esta asociación, además de reclamar que fuera rehabilitada, pidió hace diez años a la Diputación que la cediera al Ayuntamiento como patrimonio de Málaga, una vez restaurado, a ver si así corría mejor suerte.
La noria de la Huerta Godino, uno de los poquísimos vestigios de la tecnología preindustrial de Málaga relacionada con el agua, está al pique de un repique de desmoronarse y nuestra administración provincial, que se encarga de la buena marcha de los pueblos de la provincia, pasa, lógicamente, tres pueblos y los que hagan falta. En esas estamos.

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