viernes, 24 de febrero de 2012

La Seguridad Social acusa a Mirador de financiarse con cargo a sus cuotas (Málaga Hoy)


Los dueños del grupo promotor afirman en el juicio por fraude e insolvencia punible que los 2,6 millones de deuda fueron consecuencia de "problemas puntuales de tesorería"
ENCARNA MALDONADO / MÁLAGA | ACTUALIZADO 24.02.2012 - 01:00
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Enrique Faura, en una imagen de archivo, en Cortijo Jurado, una de sus propiedades embargada en otro pleito por la Seguridad Social.

La Seguridad Social acusó ayer al promotor Enrique Faura, máximo responsable del grupo Mirador, de financiar sus inversiones inmobiliarias entre 2002 y 2008 con fondos que debía haber utilizado para afrontar el pago de las cuotas. En el juicio por presunto fraude e insolvencia punible, el letrado de la Tesorería afirmó que las empresas que forman parte de la corporación eludían a conciencia utilizar la liquidez que le reportaban sus negocios para saldar las deudas, mientras que los trabajadores pasaban de una sociedad a otra a medida que crecía el débito, teniendo cuidado de que no dependieran de aquellas entidades en las que se concentraba el patrimonio, con la presumible intención de evitar un potencial embargo. 

La Fiscalía, que reclama a Enrique Faura y a su hermano Leopoldo seis años y medio de cárcel, multa de 18 meses con una cuota diaria de 50 euros y cuatro millones de multa, mantiene que diseñaron una "estrategia" para eludir el pago de la Seguridad Social, de modo que los empleados, aunque trabajaran indistintamente para todas las empresas y cobraran de cualquiera de ellas, sólo estaban dados de alta en cuatro sociedades que eran, precisamente, las que tenían menos capital social y si tenían patrimonio resultaba difícil de intervenir por arrastrar ya muchas cargas o tener bienes proindiviso. 

Es más, tanto la Seguridad Social como la Fiscalía subrayaron que una de estas sociedades (CYO Ingeniería) ni siquiera estaba a nombre de ellos, sino que formalmente aparecían como administradores por dos trabajadores. 

De esta forma Mirador acumuló entre agosto de 2002 y junio de 2008 una deuda superior a los 2,6 millones de euros, pese a que en este periodo habían llevado a cabo varias operaciones, como una venta de suelo en septiembre de 2006 que le reportó seis millones de euros que "no utilizó para liquidar la deuda". 

El promotor Enrique Faura, que se atribuyó la responsabilidad absoluta en la dirección del grupo, hizo una lectura diametralmente opuesta de los hechos. Reconoció que efectivamente en ese tiempo había acumulado un importante deuda con la Seguridad Social que respondía "a tensiones puntuales de tesorería en la empresa". La prueba, de acuerdo con su versión, reside en que los impagos se concentran en periodos determinados, porque en todo este tiempo llegó a pagar cinco millones de euros a la Seguridad Social. 

Según la declaración que prestó ayer en el Juzgado de lo Penal número 14 de Málaga, mantenía una relación colaborativa y fluida con la Seguridad Social que le permitió negociar varios expedientes de aplazamiento de las cuotas atrasadas, hasta que en 2005, "de repente cambió" el criterio de la Tesorería y ya no acepetaba como garantías ni fincas ni avales que no alcanzaran el total de la deuda. Pero tampoco sacó a subasta los bienes de Mirador que tenía trabados, de modo que, según Enrique Faura, aquellos embargos "ahora han caducado". 

Respecto al entramado empresarial explicó que ante el volumen de sociedades que tenía comenzó a agruparlas en torno a la empresa Valle del Rosario, aunque esta integración finalmente no llegó a ejecutarse, mientras que la decisión de crear una sociedad a nombre de terceros tenía la lógica de evitar "la acumulación de riesgos" porque el negocio crecía y esto dificultaba la negociación con los bancos. 

Finalmente, justificó el trasvase de trabajadores de una sociedad a otra en las particularidades del negocio de la construcción. "Las cuadrillas son familias, gente del mismo barrio y van pasando todos juntos de una obra a otra".

Arquitectura malagueña para la gran Universidad de África (Málaga Hoy)


El estudio de Ángel Asenjo, autor del Palacio de Ferias, se impone en un concurso internacional para diseñar y dirigir las obras de un ambicioso campus en la emergente Nigeria, con 90 edificios
JAVIER GÓMEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 24.02.2012 - 01:00
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Tombuctú, encrucijada malinesa entre el gran desierto y el río Níger, constituyó una obsesión para los exploradores europeos, cautivados por los relatos históricos que hablaban de pepitas de oro del tamaño de puños. Siguiendo desde allí el curso del río Níger hasta su delta en el Golfo de Guinea se acaba llegando a la capital petrolera y económica de Nigeria, la nada legendaria Port Harcourt, pero donde el arquitecto Ángel Asenjo ha encontrado su El Dorado africano particular. Y con él las casi 120 personas de su estudio y de las dos ingenierías malagueña (Lynka) y madrileña (Esteyco) que trabajan en el proyecto para diseñar y construir el nuevo campus de la que pretende ser mejor y mayor universidad africana, cuyo concurso internacional ganó el malagueño. Las cifras de la iniciativa son de vértigo: en una década se levantará una ciudad universitaria para 50.000 estudiantes, de los que la inmensa mayoría residirá en su recinto cerrado, con 90 edificios entre facultades, bibliotecas, viviendas para alumnos y profesores, un centro comercial, una iglesia, colegios para los niños. Un sueño y un tremendo desafío para cualquier arquitecto y un gigantesco oasis en el interminable desierto de la crisis inmobiliaria para uno de los principales estudios de arquitectura y urbanismo de Andalucía. Sus 45 profesionales se afanan estos días en terminar los planos de los 54 inmuebles de la primera fase, 800.000 metros cuadrados de techo edificable cuyas obras ya han salido a concurso y empezarán a adjudicarse en primavera por varios cientos de millones de euros. 

A Ángel Asenjo y a la coautora del plan, su hija Cristina, una ingeniera industrial que hace un par de años terminó de estudiar Arquitectura en Londres, les costó cierto tiempo creer su suerte, y puede que por eso mantuvieran en relativo secreto su colosal trabajo hasta ayer, cuando el arquitecto expuso las líneas maestras de su proyecto en una conferencia de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo. Dos años y casi una veintena de viajes allí después, se ríen cuando se les señala que les ha tocado de verdad la "lotería nigeriana". 

Todo empezó por casualidad. O no. Asenjo, de 66 años, ha conseguido conjugar en su carrera tanto prestigio y respeto de sus compañeros por su valiente visión de la arquitectura como una amplia cartera de obras. No en vano es el autor del Palacio de Ferias de Málaga, de muchas promociones de viviendas en la provincia, con algunos edificios muy notables, como el primero que hizo en Málaga y sede de su estudio, el Horizonte, y de varios centros comerciales. Como urbanista, planificó la ampliación del campus de Teatinos de la Universidad malagueña. Pero como todo el gremio, en 2009 pasaba por uno de sus peores momentos profesionales, víctima del estallido de la burbuja inmobiliaria. En diciembre de ese año, un contratista de Torre del Mar con el que habitualmente trabajaba le puso en contacto con un empresario nigeriano amigo suyo, que estaba en la provincia por asuntos vinícolas pero con negocios en otros ámbitos. El africano le contó la existencia de un concurso internacional para crear una nueva universidad de Ciencia y Tecnología en Port Harcour, una ciudad de casi dos millones de habitantes que planea un enorme crecimiento de su área metropolitana, y el malagueño pensó que no tenía nada que perder. Así que se presentaron en equipo con el contratista veleño, el gigante de la construcción andaluz Sando y la empresa del nigeriano. "Sin él y su conocimiento del terreno no lo habríamos logrado", cuenta. 

Entonces comenzó un largo proceso lleno de viajes a Nigeria, reuniones con el gobernador del estado de Rivers, promotor del proyecto, y visitas a Málaga de las autoridades responsables de la nueva universidad, que quedaron prendadas con el Palacio de Congresos de Asenjo. Poco a poco el estudio andaluz fue superando obstáculos y pruebas. En abril de 2010 les encargaron rehacer el masterplan del campus que previamente había redactado un equipo alemán. En septiembre de 2010 lograron el contrato del anteproyecto y en abril de 2011 el encargo formal, imponiéndose a estudios franceses, alemanes, británicos e italianos. También llevarán la dirección de las obras. 

"Ha habido momentos de duda, en los que metida en habitaciones de hoteles cutres, de donde apenas nos dejaban salir a la calle, salvo para reuniones o para visitas a la zona del campus por cuestiones de seguridad, me decía a mí misma que todo era mentira y que esto no estaba pasando. Pero toda la ilusión y el esfuerzo que hemos puesto en el proyecto ha merecido sobradamente la pena. La suerte también hay que pelearla", subraya Cristina, admirada de la energía empeñada por su padre en la aventura nigeriana y del respeto rayano en la veneración que le profesan los nigerianos, poco acostumbrados a ver a gente de su edad con ese dinamismo -la esperanza de vida allí es de 52 años-. 

Y es cierto que a Asenjo le brillan los ojos con la pasión de un adolescente que agarrara su sueño cuando habla del macroproyecto: "Creo que nos han escogido porque buscaban una universidad moderna, occidental, europea. Les hemos planteado un arquitectura muy actual y tecnológica, en la que el color juega un papel protagonista, y con un gran componente ético y social. Se trata de desarrollar el conocimiento y la cultura de toda una población, de culminar los planes estratégicos del Gobierno de Rivers para mejorar la vida de sus habitantes. Es una enorme responsabilidad que abordamos con entusiasmo". 

Las dificultades arquitectónicas no son pocas. Los terrenos son arcillosos e inconsistentes y la humedad media del 80%, lo que obligará a elevar los edificios a un metro del suelo y a cimentar mediante pilotes. La temporada de lluvias intensas dura seis meses y apenas existe una mano de obra cualificada, por lo que los procesos constructivos apuestan por la sencillez y la rapidez, con un sistema de estructura postensada y el uso de elementos modulares prefabricados de hormigón y aluminio que a la vez acelerará la ejecución de las obras y homogeneiza la imagen del campus según las tipologías. Están los edificios educativos de las facultades, la zona residencial y las construcciones singulares, como son el rectorado y la biblioteca centrales, diseñados en titanio, y la iglesia, el anfiteatro y el complejo comercial. 

Nigeria, sacudida por la violencia, los conflictos religiosos y étnicos y la corrupción en su pasado reciente, pasa quizás por su momento de mayor prosperidad, aunque sigue teniendo aún una altísima tasa de pobreza. El país más poblado de África, con más de 170 millones de habitantes, se encuentra entre los principales productores de petróleo del mundo, y con un crecimiento económico anual sostenido que ronda el 7%, aspira a convertirse pronto en el nuevo miembro del BRIC, las economías emergentes que cuestionan el liderazgo tradicional del G-8. El nuevo campus de la RSUST (Rivers State University of Science and Technology) será un paso de gigante en ese camino.

La firma de hipotecas en Málaga bajó un 33% (La Opinión)

El mercado hipotecario cerró 2011 con una nueva caída, la quinta anual consecutiva, que deja la actividad del mercado en Málaga en una cuarta parte de lo que representaba en los años del boom inmobiliario. La provincia cerró el pasado ejercicio con sólo 15.219 hipotecas firmadas, un 33% menos que en 2010, siendo demás la cifra más baja de actividad desde 1997, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Nada que ver, por supuesto, con las casi 60.00 hipotecas que movió el negocio en Málaga en 2006, y que marcó la cúspide de la burbuja inmobiliaria. Desde entonces, la concesión de hipotecas ha bajado un 75%.

El descenso se deja ver también en el importe del capital prestado por cajas y bancos para sufragar estos préstamos. Si en el año 2006 se alcanzó un récord de 9.400 millones de euros, la cifra de 2011 ha sido un 82% inferior.

También sigue a la baja el capital mínimo que están dispuestos a prestar los bancos. La hipoteca media en 2011 estuvo así en 116.216 euros, 4.000 por debajo que en los dos años anteriores. A niveles inalcanzables quedan los 165.000 euros de media que se financiaban en el año 2007 en Málaga, justo en la cúspide de la burbuja inmobiliaria. La crisis ha llevado al sector financiero a olvidarse de las temeridades de años anteriores, cuando financiaban recurriendo a sobretasaciones el 100% (e incluso más) del precio de la vivienda. Ahora raro es que la hipoteca alcance el 80% del valor de mercado del piso. Las excepciones son las viviendas embargadas por los bancos, a los que las propias entidades siguen otorgando condiciones más ventajosas.

En España, la constitución de hipotecas sobre viviendas cerró 2011 con 409.337 y un desplome del 32,6%, el mayor desde que estalló la crisis. El presidente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE), José Manuel Galindo, cree fundamental que se sanee cuanto antes el sector financiero aunque la reforma no se traducirá en efectos inmediatos sobre las hipotecas y los precios si no va acompañada de una reactivación del crédito.

Extrabajadores del Guadalpín Marbella denuncian el alquiler de los apartamentos (SUR)


El sindicato UGT afirma que es ilegal que los propietarios gestionen las habitaciones en su propio beneficio
24.02.2012 - 
NIEVES CASTRO
 
MARBELLA.

Extrabajadores del Guadalpín Marbella denuncian el alquiler de los apartamentos
Antiguos trabajadores se concentraron ayer a las puertas del establecimiento de cinco estrellas. ::SUR
Los clientes abandonaron el hotel antes de que concluyera su periodo de estancia. No lo hicieron por descontento con las instalaciones o los cuidados del personal sino por imposición. Cuando el último cliente cruzó el umbral de la puerta, los empleados del Guadalpín Marbella cerraron la llave. A finales del próximo mes de mayo se cumplirá un año desde que el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Málaga diera el visto bueno al expediente de la extinción de la actividad en el complejo de cinco estrellas solicitado, a través del sindicato UGT, por 119 trabajadores.
El juez les ofreció la oportunidad de cobrar la prestación por desempleo a la espera de la reapertura del hotel, cuyas 125 habitaciones se explotaban en régimen de condominio. Mientras llega ese golpe de fortuna, los ya exempleados del complejo denuncian que una gran mayoría de propietarios están alquilado las habitaciones por su cuenta y riesgo.
Una treintena de antiguos trabajadores se concentraron ayer a las puertas del hotel con una gran pancarta en la que se podía leer un mensaje claro: «Basta ya al negocio ilegal propietarios».
Planta hotelera
La secretaria de la Federación de Comercio, Hostelería, Turismo y Juego de UGT Málaga, Susana González, afirma que la ley impide que los dueños de estas habitaciones hagan negocio por su cuenta. «Mientras los trabajadores están en la calle, un grupo mayoritario de propietarios está alquilando los apartamentos, algo ilegal, ya que según recoge la ley de turismo este establecimiento está registrado como planta hotelera y no como comunidad de propietarios», explica la sindicalista.
González añade con frustración que se han interpuesto numerosas denuncias ante de la Delegación Provincial de Turismo y el Ayuntamiento de Marbella, organismos competentes que por el momento no se han pronunciado.
La empresa Nortia, encargada hasta el cierre de regentar el hotel por decisión de la administración concursal, mostró en su momento interés por gestionar y explotar el establecimiento, una opción que contaba con el visto bueno de UGT, dado que la empresa había firmado un acuerdo con el sindicato por el que se comprometía a rescatar de la cola del paro a los empleados que se habían acogido al expediente de extinción de la actividad. Una maniobra que no se ha podido consumar, al parecer, por la oposición de los propietarios.

El PP critica la política de la Junta en la construcción de VPO (SUR)


La número uno del Partido Popular por Málaga al Parlamento andaluz Esperanza Oña lamentó ayer que desde 2008 se hayan producido un total de 7.377 desahucios en la provincia, lo que supone que 17.000 personas «se han quedado sin hogar». Asimismo, Oña hizo referencia a las ejecuciones hipotecarias realizadas y que, según los últimos datos de 2010, se elevan a 4.534.
Oña también recordó que a estos datos hay que sumar todas aquellas personas sin vivienda que no pueden adquirirla debido al precio de la misma. En este punto, Oña, acompañada por la candidata del PP Maite Otero, criticó la labor de la Junta de Andalucía en la construcción de viviendas de protección oficial (VPO) en la Comunidad Autónoma, pues, a juicio de Oña , «se ha incumplido de manera rotunda» el Pacto Andaluz por la Vivienda.
Este plan preveía la construcción en Andalucía de 120.000 viviendas en un periodo de cuatro años (de 2008 a 2011), según Oña, que ha denunciado que solo se hayan construido 32.961 VPO. En el caso de Málaga , en este mismo intervalo se han realizado 5.007 viviendas, una cifra que ha ido decreciendo, según los cálculos de Oña.

El dueño de Mirador dice que es víctima de una «persecución» de la Seguridad Social (SUR)


El constructor Enrique Faura reconoce ante la juez que adeuda 2,6 millones de euros, pero niega que simulara insolvencia para no pagar
24.02.2012 - 
M. MARTÍN
 
MÁLAGA.

El dueño de Mirador dice que es víctima de una «persecución» de la Seguridad Social
Enrique Faura, ayer a su llegada a los juzgados. ::SALVADOR SALAS
El dueño del Grupo Mirador se presentó ayer ante la juez que le juzga por un delito de fraude y alzamiento de bienes como un empresario víctima de una «persecución» por parte de la Seguridad Social. El constructor vinculó este supuesto acoso a intereses políticos, relacionados con su paso como concejal independiente por el Ayuntamiento de Vélez, así como al de su excuñado -el actual alcalde del PP, Francisco Delgado Bonilla (PP)-, que fue un alto cargo de la Dirección Provincial de Trabajo, -«no afiliado al PSOE», precisó Faura-, que resultó elegido en 2003 edil del PP en esta localidad. 
Faura dijo que desde entonces la «actitud colaboradora» que había mantenido la Seguridad Social se convirtió en una persecución y vino a decir que aunque intentó pagar las deudas que acumuló el Grupo Mirador a causa, según aseguró, de «tensiones de tesorería» no le dejaron saldarla. «A mí la crisis del ladrillo me la adelantó un año y medio la Seguridad Social», apostilló Faura a preguntas de su abogado, Gonzalo Fernández de Cuéllar, defensor también del dueño de Aifos en 'Malaya'.
Enrique Faura y su hermano Leopoldo están acusados de simular, presuntamente, la insolvencia de tres de sus empresas para no pagar la deuda de 2.674.978 euros que contrajo Mirador entre enero 2002 y junio de 2008 con la Seguridad Social. Ambos se enfrentan a una petición fiscal de seis años y medio de cárcel y multa de cuatro millones de euros, así como al pago a la Tesorería de la Seguridad Social de 2,4 millones de euros.
Según el fiscal, los acusados han venido desarrollando «una estrategia dirigida a incumplir sistemáticamente sus obligaciones con la Seguridad Social». En ese sentido, afirma que pese a que todas las sociedades del grupo requería de trabajadores, éstos sólo eran contratados por cuatro empresas sin que, por regla general, ingresaran la cuotas empresariales ni obreras. Asimismo, asegura que los acusados «de forma intencionada» dieron de alta a los trabajadores en las sociedades con un menor capital y que carecían de patrimonio y constituyeron otra empresa ocultando que ellos eran los titulares reales haciendo figurar como socios a empleados de otras empresas de Mirador. Los trabajadores fueron trasvasados de una empresa a otra.
Bonanza económica
Faura negó ayer haber simulado insolvencia y justificó estos movimientos en sus empresas en un «proceso de fusión, no para aparecer opacos, sino para disminuir el riesgo bancario», matizó. Asimismo, a preguntas del fiscal, de por qué en tiempos de «bonanza económica» no pagó a la Seguridad Social, respondió que, «sí pagué algunas cantidades», pero tras serle denegado un aplazamiento de la deuda «empezaron los problemas».
«Tenía dos posibilidades: disminuir el volumen de las empresa y despedir a trabajadores o pagar -añadió-. Y los bancos me daban crédito para ampliar el negocio no para pagar a la Seguridad Social». Faura rechazó que se financiara a costa de esta deuda.
El Grupo Mirador tiene abiertos varios frente judiciales por reclamaciones de compradores que pagaron por unas viviendas que no llegaron a construirse y que no han podido recuperar su dinero. Se calcula que hay unos seiscientos afectados.

Frenazo en la llegada del metro al Centro (SUR)


La escasez económica y los restos arqueológicos dificultan la conclusión de este eje, clave para el inicio de las obras en la Alameda Principal El tramo de Callejones del Perchel avanza a bajo ritmo y su finalización se queda sin fecha
24.02.2012 - 
IGNACIO LILLO ilillo@diariosur.es
 
MÁLAGA.

Frenazo en la llegada del metro al Centro
Aspecto de las obras del metro a la altura de la glorieta Albert Camus, cerca de la avenida Andalucía, donde ayer no había actividad. ::ANTONIO SALAS
En el entorno de la glorieta de Albert Camus no se ve movimiento. A estas alturas, varios grupos de arqueólogos debían estar ya trabajando sobre el terreno. La zona tiene aspecto de almacén de materiales. Tampoco en el otro lateral de la avenida de la Aurora hay obreros. Sin embargo, siguiendo calle abajo, por Callejones del Perchel aparece un tramo, frente al antiguo mercado del Carmen, que ya está incluso asfaltado y señalizado. Un poco más adelante, en el extremo de esta vía más próximo a la plaza de la Solidaridad, un grupo formado por una decena de técnicos manipula una máquina de pilotar, muy cerca de la fachada de un banco; varios empleados más se afanan en diversas tareas.
Este es el escenario en el que se desarrollaban ayer a mediodía las obras del metro en este eje, a las puertas de la avenida de Andalucía y clave para hacer posible la llegada hasta el Centro de la ciudad. Los comerciantes y vecinos de la zona han dado la voz de alarma por el escaso ritmo al que marchan los trabajos, que arrancaron hace dos años, y este periódico ha podido comprobar que, efectivamente, la actividad es muy baja.
«En diciembre pasado nos dijeron que en enero estarían trabajando los arqueólogos en Albert Camus, y en marzo volverían a pasar los coches. Estamos en febrero y todavía no han empezado las excavaciones», denuncia Ana Gutiérrez, propietaria del estanco 77, frente a la referida glorieta. Junto a ella se encuentran otros empresarios de la zona: Manuel Pérez-Piaya, farmacéutico, y Francisco Fernández, peluquero, que también muestran su malestar por los retrasos. «Dijeron que serían trece meses y en enero hizo dos años. Lo peor es que no se les ve trabajar», añaden. La gota que ha colmado el vaso, esta semana, es la noticia del despido de varios trabajadores.
La Oficina del Metro reconoce que están encontrado problemas para avanzar, que achacan a la aparición de importantes restos arqueológicos inesperados; aunque no esconden las dificultades económicas. Cabe recordar que este eje se desgajó del proyecto general y fue contratado directamente por la Consejería de Obras Públicas de la Junta con otra constructora, para ahorrar costes. «Es cierto que el ritmo de ejecución en estos momentos es bajo. Hemos sufrido un colapso por la aparición de la muralla nazarí, que nos ha dejado tocados; hemos perdido la continuidad y nos ha obligado a reprogramar las obras», explica el director de esta infraestructura, Enrique Salvo.
Concentrar los esfuerzos
Las cifras también reflejan esta situación, con una producción mensual de entre 500.000 y un millón de euros al mes, inferior al de otros tramos, como los de Cruz del Humilladero. «El problema principal son los restos arqueológicos; llevábamos un ritmo excelente hasta la aparición de la muralla», añade, lo que ha obligado a concentrar todos los esfuerzos constructivos en la estructura de micropilotes que permitirá preservar y hacer compatible los restos con la excavación del túnel. Ya se han realizado 40 de estas inyecciones, con un coste de 10.000 euros cada una.
El directivo admite que no han podido cumplir el compromiso de plazos que se hizo a los comerciantes y vecinos a final de año, pero asegura que los trabajos de arqueología -una de las últimas fases antes de reabrir en superficie- entrarán en Albert Camus «inmediatamente». Con todo, descarta dar plazos, puesto que los hallazgos en este punto son imprevisibles. «En principio, Callejones del Perchel estará listo antes de verano, pero Albert Camus está sujeto a los restos».