lunes, 22 de agosto de 2011

Los permisos de obra en el Centro deben pasar por el filtro de Fomento (SUR)

Proyectos residenciales en la Victoria se ven frenados por la demora de los informes obligatorios sobre el tránsito de los aviones
22.08.2011 -
JESÚS HINOJOSA
MÁLAGA.

Desde Puerto Marina hasta la Malagueta. Puede parecer increíble que las zonas de servidumbre del aeropuerto de Málaga abarquen todo ese ámbito costero, pero así lo reflejan los planos aprobados por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) para garantizar la seguridad de las operaciones de vuelo que se realizan en el aeródromo malagueño. Es más, la huella de las servidumbres para garantizar el tránsito de las aeronaves alcanza hasta el barrio de la Victoria, El Ejido y Capuchinos, es decir, que engloba a todo el Centro de Málaga, llegando incluso hasta el estadio La Rosaleda. ¿Y qué supone eso? Pues que cualquier licencia de obras que se quiera acometer en el núcleo urbano de Málaga tiene que contar obligatoriamente con un informe de AESA.
La solicitud de este informe no es nueva, ya que está regulada por un decreto gubernamental de los años setenta. Sin embargo, en el caso de Málaga, se ha puesto de relieve a raíz de la actualización de las servidumbres aeronáuticas del aeropuerto, que está en vigor desde el 30 de enero de 2010. Ello supone que cualquier permiso de obra que se solicite tiene que recabar el informe de AESA, sin el que el Ayuntamiento no puede autorizar los trabajos. Y ello no solo para la construcción de un edificio de viviendas o una casa unifamiliar, sino para cualquier instalación o plantación que se quiera autorizar en la huella de las servidumbres aeronáuticas, ya sea de carácter temporal o definitivo, que suponga un incremento de altura sobre la cota del terreno existente. Y aquí entran los árboles, las vallas e incluso la colocación de antenas, ya sea a nivel de suelo o sobre el tejado de una casa. Solo se libran de solicitar el permiso las obras subterráneas, los movimientos de tierra y los derribos de edificaciones.
La actual paralización del mercado inmobiliario ha amortiguado los efectos perniciosos de este trámite burocrático, ya que la solicitud de permisos de obra se ha desplomado, pero los promotores advierten de que no puede consentirse que cualquier licencia tenga que demorarse cuatro o seis meses de media por culpa del informe de AESA.
Según pudo conocer este periódico, en esta circunstancia se encuentra el permiso solicitado por la Junta de Andalucía para levantar un centenar de tecnocasas en la zona de Las Lagunillas, en pleno barrio de la Victoria. A todas luces podría parecer una broma que este proyecto tenga que pasar por el visto bueno del Ministerio de Fomento para demostrar que no supera los 636 metros de altura a partir de los que afectaría al paso de aviones. Pero la burocracia y la lógica parecen no estar muy de acuerdo en este asunto, y la licencia para las tecnocasas, que como mucho tendrán tres plantas de altura, se está viendo retrasada por el informe de la agencia estatal.
Para Violeta Aragón, gerente de la Asociación de Constructores y Promotores (ACP), esta situación es un sinsentido. «No es coherente que el Gobierno tenga que informar para todos y cada uno de los permisos de obra que soliciten en toda la costa malagueña y el Centro de la ciudad. Entonces, ¿para qué sirve el nuevo Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU)?», se preguntó Aragón. Y es que los promotores sostienen que el asunto de las servidumbres aeronáuticas es algo que ya debería estar resuelto en el Plan General, donde tendrían que estar recogidos todos los límites de altura para cada uno de los sectores de la ciudad. «Si cada vez que se pida una licencia hay que solicitar el informe a Fomento, ¿para qué sirve el PGOU?», insistió la gerente de los promotores.
Aragón explicó que la incidencia de esta cuestión es por el momento escasa porque la construcción está bajo mínimos con la actual crisis económica, pero aseguró que se notará bastante a medida que el mercado se vaya recuperando. «Lo lógico es que ahora nos demos cuenta de estas trabas para corregirlas y evitar retrasos que son innecesarios», dijo la gerente.
Mínimo dos meses
Estos informes de la Agencia de Seguridad Aérea también traen de cabeza a la Gerencia Municipal de Urbanismo de Málaga, que se ve obligada a parar los plazos de concesión de cada una de las licencias hasta contar con ellos. No obstante, desde ella aseguraron que se está trabajando para acortar los tiempos en la medida de lo posible. Así, precisaron que se ha logrado que sea AESA el organismo que se ponga directamente en contacto con el promotor para aclarar cualquier cuestión del expediente, sin tener que pasar de nuevo por la Subdelegación del Gobierno, que es quien recopila las peticiones de informes y las remite a Madrid. «En algunos casos hemos conseguido que el informe de AESA esté en dos o tres meses», sostienen desde Urbanismo. Sin embargo, los promotores aseguran que la demora es, como mínimo, de cuatro o seis meses, un retraso que, a tenor de los planos, no solo afecta a las zonas más próximas al aeropuerto, sino a todo el Centro de Málaga y otros 16 municipios del área metropolitana.

La obra que garantizará el abastecimiento en periodos de sequía lleva tres años en blanco (SUR)

La segunda desaladora de la Costa, adjudicada en julio de 2008 y con financiación asegurada, sigue a la espera de que Mijas ceda los terrenos
22.08.2011 -
FRANCISCO JIMÉNEZ pjimenez@diariosur.es
MÁLAGA.

La obra que garantizará el abastecimiento en periodos de sequía lleva tres años en blanco
La desaladora de Marbella está operativa desde 2005 . :: SUR
Más vale que la buena salud de la que gozan los pantanos y acuíferos se prolongue en el tiempo, porque como el abastecimiento de agua dependa de la desaladora de Mijas-Fuengirola, la provincia puede pasar mucha sed si se repitiera un periodo de sequía como el que obligó a restringir el consumo entre finales de 2005 y comienzos de 2009. Después de más de seis años de trámites, la obra clave para garantizar el suministro en Málaga cuando falten las lluvias sigue en punto muerto, a pesar del calado de una infraestructura que produciría 20 hectómetros cúbicos de agua potable al año, suficientes para cubrir una cuarta parte del consumo en la Costa occidental o abastecer a la capital durante cuatro meses.
Los trabajos están adjudicados desde julio de 2008, el proyecto de ejecución está listo desde mediados de 2010 y en los Presupuestos Generales del Estado de este año figura una partida de 30 millones para su construcción. Pero las obras siguen sin empezar. ¿El motivo? Falta el lugar donde levantarla porque el Ayuntamiento de Mijas aún no se ha hecho con los terrenos que posteriormente debe poner a disposición de la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), impulsora del proyecto que cofinancia la Agencia Andaluza del Agua. El problema es complejo, ya que la parcela en la que se emplazará la planta está encuadrada en un sector inmerso en un maremágnum urbanístico que no se acaba de resolver después de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y largas negociaciones con distintos propietarios.
Sin plazos
La situación está tan enquistada que en Acuamed, escarmentados de tantas previsiones incumplidas, ya no se atreven a hablar de plazos mientras el Consistorio no formalice la cesión de la parcela situada en el entorno de Cerros del Águila, entre la depuradora y el límite con Fuengirola. «No hay ninguna novedad», se limitan a señalar. Siendo optimistas, en el supuesto de que la cesión de los terrenos se formalizara este año, la segunda desaladora de la Costa del Sol (la otra está en Marbella, a la que también habría que sumar la desalinizadora del Atabal en la capital) no sería una realidad hasta la segunda mitad de 2013.
En cualquier caso, a día de hoy ni siquiera se han mantenido contactos entre la entidad dependiente del Ministerio de Medio Ambiente y el nuevo gobierno municipal del PP comandado por Ángel Nozal.
Lo positivo al menos es que no se contemplan más gestiones urbanísticas que puedan dilatar aún más la adquisición de los terrenos. Pese al cambio de signo político en la Administración local -hasta las pasadas elecciones en manos del PSOE-, el equipo de gobierno entrante no se plantea paralizar la tramitación urbanística impulsada por sus antecesores por una cuestión de «responsabilidad democrática», aunque sí que recalcan que para seguir adelante con la modificación de elementos del PGOU -aprobada en octubre de 2010 con el respaldo del PP- «habrá que dar soluciones difíciles a problemas prácticamente imposibles».
Así lo asegura el edil de Urbanismo, Manuel Navarro, quien apunta que la gestión de los terrenos se ha complicado «por pretender encajar demasiadas cosas a la vez». No en vano, los cambios en el planeamiento afectan a 200 hectáreas de suelo donde, además de posibilitar la ubicación de la desaladora y el hospital de alta resolución de especialidades (Chare) -prometido por la Junta en 2003 y a día de hoy sin tan siquiera proyecto de ejecución-, se reservan terrenos para futuras ampliaciones de la depuradora y del centro de transformación eléctrica, así como para la construcción de cerca de seis mil viviendas. La operación sería redonda para el municipio, ya que los promotores deberán financiar el encauzamiento del río Fuengirola, la construcción de un puente sobre el mismo que conectaría la zona con el núcleo de Las Lagunas y la creación de una nueva avenida que mejoraría las comunicaciones entre Mijas y Fuengirola por la carretera que conduce al cementerio.
La expropiación, una salida
«Una de las cuestiones que avalaban la declaración de impacto ambiental del proyecto era su localización en un lugar aislado, y ahora resulta que la desaladora va a estar rodeada de construcciones», resalta Navarro, quien considera que la solución más efectiva para Medio Ambiente y a la Agencia Andaluza del Agua (cofinanciadora del proyecto) sería expropiar los terrenos. «Creo que es la mejor salida; primero porque hay una partida para hacerse con el suelo y, segundo, porque el urbanismo se ha complicado demasiado para una obra que, si bien hoy no es urgente porque ha llovido bastante, sí que lo puede ser en el futuro», recalca el edil mijeño.