martes, 29 de marzo de 2011

Cae el precio medio de la vivienda usada, pero aún roza los 200.000 euros (Málaga Hoy)

Los inmuebles de segunda mano mantienen un coste alto · Marbella es la localidad con los pisos más caros de la provincia

A. RECIO / MÁLAGA | ACTUALIZADO 29.03.2011 - 01:00
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Una pareja observa varios pisos en venta en una inmobiliaria.

Las terrazas de miles de viviendas en Málaga siguen teniendo carteles de venta colgados. El precio ha descendido de manera notable en los dos últimos años pero esa bajada aún es insuficiente para los bolsillos de muchos malagueños y, sobre todo, para obtener la confianza de las entidades financieras para conceder un crédito hipotecario. De hecho, el coste medio de una vivienda de segunda mano todavía está en torno a los 200.000 euros.

El precio medio de un inmueble usado en la provincia en marzo ascendió a 1.924 euros por metro cuadrado -en una vivienda tipo de 100 metros el coste sería de 192.400 euros-, lo que supuso un descenso del 4,5% respecto al primer trimestre del año anterior, según los datos facilitados ayer por el portal inmobiliario idealista.com.

Los inmuebles más caros vuelven a estar, una vez más, en Marbella, donde el metro cuadrado tiene un coste medio de 2.319 euros, un 2,9% menos. En la capital el precio está fijado en torno a 2.014 euros el metro cuadrado, un 4,8% menos. Según este portal, el precio ha disminuido en el último año en todos los grandes municipios malagueños, aunque las mayores caídas porcentuales se han registrado en Antequera (-13,4%) y Manilva (-8,6%). Vélez-Málaga, dentro de los grandes municipios, es el más barato de la provincia con un coste medio de 1.338 euros por metro cuadrado.

El jefe de estudios de idealista.com, Fernando Encinar, asegura que "el precio de la vivienda no ha tocado suelo y aún hay un largo periodo bajista".

Eduardo Souto de Moura, premio de arquitectura Pritzker 2011 (La Opinión)

El portugués recibe el galardón por una carrera en la que ha combinado modernidad y "ecos de la tradición"


Eduardo Souto de Moura
Eduardo Souto de Moura TOÑI CARTAGENA

EFE/ MADRID El portugués Eduardo Souto de Moura (Oporto, 1952) ha sido galardonado con el Premio Pritzker de Arquitectura 2011, dotado con 100.000 dólares (70.994 euros), por un trabajo desarrollado durante tres décadas en el que ha combinado la modernidad "con los ecos de la tradición", según el jurado.

El jurado ha elegido por segunda vez en la historia de este premio, considerado el "Nobel" de arquitectura, a un portugués, tras habérselo otorgado en 1992 a Alvaro Siza, profesor de Souto de Moura y con el que éste trabajó durante varios años.

La noticia del fallo se iba a dar a conocer el próximo 11 de abril, pero hoy el blog de un portal de arquitectura español, según han explicado a Efe fuentes de la organización, se ha saltado el embargo y lo ha adelantado, ante lo que han decidido difundir ya el nombre del ganador.

El premio Pritzker de Arquitectura fue instituido en 1979 por Jay A.Pritzker y su mujer, Cindy, para reconocer el trabajo de profesionales vivos que hubiesen demostrado con él cualidades como el talento, la visión y el compromiso aplicados a contribuir al desarrollo de la humanidad y su entorno, así como al arte de la arquitectura.

El presidente del jurado, Peter Garth Palumbo, explica en el fallo del premio que la razón de elegir a Souto de Mora obedece a que durante las tres últimas décadas ha producido un trabajo contemporáneo que a la vez "contiene ecos de la tradición".

"Sus edificios tienen la habilidad única de transmitir al tiempo características aparentemente contradictorias: poder y recato; bravuconería y delicadeza; autoridad y descaro público y sentido de la intimidad", señala.

Desde que Souto de Moura estableció su propio estudio, en 1980, ha concluido alrededor de 60 proyectos, la mayoría en Portugal, pero también ha trabajado en España -Casa en Llabia, por ejemplo- Italia, Alemania, Reino Unido y Suiza.

Sus proyectos van de casas familiares a cines, centros comerciales, hoteles, apartamentos, oficinas, galerías de arte, museos, escuelas, estadios deportivos, como el municipal de Braga (Portugal), e instalaciones de transporte, entre otras el metro de su ciudad natal, Oporto, donde vive y trabaja.

Eduardo Elisio Machado Souto de Moura, que cumplirá 59 años el 25 de julio, sostiene que la coexistencia de lo natural con las construcciones de las que es capaz el hombre constituye la gran arquitectura, por eso explicaba que le pareció un "drama" tener que perforar la montaña anexa al estadio de Braga para obtener piedra.

El jurado del galardón, que en España sólo ha logrado Rafael Moneo, considera este último trabajo en especial "...muscular y monumental" e integrado en "el poderoso paisaje", mientras que de otro de sus proyectos, las Torres Burgo en Oporto, resalta que "dialogan entre ellas" y con el paisaje urbano.

Souto de Mora, que estudió arquitectura en la Escola Superior de Belas Artes de Oporto, ha sido profesor en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Oporto y en las escuelas de arquitectura de Ginebra, Paris-Belleville, Harvard, Dublin, Zurich y Lausanne.

Del jurado del Pritzker 2011 han formado parte, además de Palumbo Alejandro Aravena, Carlos Jimenez, Glenn Murcutt, Juhani Pallasmaa, Renzo Piano y Karen Stein.

El palmeral, el Thyssen y el Benítez (La Opinión)

El parque en el Campamento Benítez se ha encontrado con un problema casi insalvable. La voracidad del Ministerio de Fomento, reclamando una compensación por hacer la obra, impide el impulso de este proyecto. El bloqueo es similar a lo que ocurrió con el bulevar sobre el soterramiento


MIGUEL FERRARY. MÁLAGA El Campamento Benítez ha entrado en un callejón sin salida. La exigencia del Ministerio de Fomento para que se le compense por ceder este suelo para construir un parque ha puesto los pelos de punta al Ayuntamiento y, de paso, a toda la ciudad. Poco más o menos reclaman que se le dé una cantidad de terreno similar a la que ponen a disposición. Es decir, casi 270.000 metros cuadrados, con un beneficio estimado de 76 millones de euros. Un absurdo ante una inversión de 8 millones de euros para un parque.

El bloqueo es similar al que sufrió el bulevar sobre las vías del tren y que se resolvió de forma parcial. Sin embargo, en este caso la descompensación entre lo que se ofrece y lo que se reclama es demasiado alta. El ministerio, como se dice popularmente, se ha pasado tres pueblos, aunque ahora haya voces que maticen que es sólo un borrador y que se puede negociar. Pero el problema sigue siendo el mismo, no se trata del importe de la compensación, sino del hecho de que haya que aceptarla para que hagan un parque de 8 millones de euros.
Hay ejemplos de que las cosas se pueden hacer de otra forma. Hace unos días la Consejería de Obras Públicas inauguró el palmeral del muelle 2, un parque en el que ha invertido 32,15 millones de euros. Hasta el alcalde de Málaga le echó flores a la Consejería y no puso ni un «pero», cosa extraña en época preelectoral. Este gesto, que le honra, también dice mucho de lo que se ha hecho y del cuidado puesto en esta inversión. Es dinero bien invertido, con calidad y resultado ciudadano inmediato. Una muestra de este éxito la dieron las miles de personas que acudieron durante este fin de semana.

Otro paso adelante de la ciudad se vivió también la pasada semana, con la inauguración del Museo Thyssen. Gracias a una inversión que ronda los 27 millones de euros a cargo del Ayuntamiento de Málaga, la ciudad dispone de una notable colección de cuadros del siglo XIX español y que, en su primer fin de semana, recibió más de 10.000 visitantes aprovechando la jornada de puertas abiertas.

La coincidencia de estas inauguraciones en el tiempo no es casualidad. Es cierto que la cercanías de las elecciones tiene mucho que ver en los plazos de apertura. Sin embargo, merece la pena hacernos los tontos y que parezca que no nos damos cuenta si se pone al servicio de la ciudad una inversión bien hecha y de ese porte. Por eso, y por la falta de decencia vista durante toda la operación para rescatar el proyecto del parque en el Campamento Benítez, duele tanto la exigencia de una compensación por parte del Ministerio de Fomento. Puestos así, casi mejor que dejen el Campamento como está, que ya de por sí merece la pena, y que el ministro de Fomento compense con su silencio a la ciudad por tanto despropósito.

Porras eximía a las empresas de la bajada de precio por la que ganaban el contrato (La Opinión)

Los contratos eran adjudicados a las sociedades que se comprometían a una bajada sobre el importe fijado en el pliego. Al librar a las empresas de la bajada se produce un pago indebido y un quebranto de miles de euros a la hacienda municipal

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Secuencia de documentos que demuestran que las empresas se comprometen  a una rebaja del pliego pero luego el Ayuntamiento les abona el importe del concurso sin incluir la rebaja.
Secuencia de documentos que demuestran que las empresas se comprometen a una rebaja del pliego pero luego el Ayuntamiento les abona el importe del concurso sin incluir la rebaja. La Opinión
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JAVIER GARCÍA RECIO. MÁLAGA La concejala de Sostenibilidad y Servicios del Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras, permitió que las empresas adjudicatarias de los contratos menores no aplicasen el porcentaje de bajada de precio al que se comprometían al ganar una adjudicación, lo que podría considerarse un pago indebido y un quebranto a las arcas municipales que se han visto privadas de miles de euros al haber estado pagando facturas con un exceso de costo, mientras se favorecía a las empresas contratadas.

La documentación que obra en poder de La Opinión de Málaga refleja con decenas de ejemplos como las empresas que optaban a un contrato en las áreas controladas por la edil Teresa Porras se comprometían en sus ofertas a aplicar un porcentaje de bajada sobre el precio de licitación inicial propuesto por el Ayuntamiento. Las empresas obtenían el contrato gracias a esa bajada, pero ésta finalmente no se producía. Cuando las empresas presentaban sus facturas lo hacían por el precio de licitación inicial, sin aplicar la rebaja ofertada, y el Ayuntamiento le daba el visto bueno y ordenaba el pago pese a que en los informes de propuesta de contrato consta literalmente: «... resultando la más conveniente a los intereses municipales la presentada por..., al ser la más económica».

El doble proceso administrativo
También llama la atención que el área que dirige la concejala iniciara dos procedimientos de adjudicación para un mismo contrato menor. Primero se optaba por una adjudicación directa a una empresa determinada y, a la vez, se iniciaba un proceso negociado, para dar aparencia de mayor concurrencia, y se invitaba a tres empresas, que en un número elevado de casos pertenecían al mismo propietario o tienen lazos societarios.

El Ayuntamiento publicaba un pliego de condiciones con el objeto del contrato, su precio de licitación inicial y reseñando que «las empresas interesadas deberán ofertar un porcentaje general de bajada» y añadiendo que «la adjudicación se realizará en base a la propuesta económica más favorable». El pliego aclaraba por ello que «el Ayuntamiento no está obligado a consumir la totalidad del importe adjudicado, tratándose éste de un importe máximo».

A partir de ahí el área correspondiente pedía ofertas a tres empresas. Éstas respondían comprometiéndose a bajadas que en algunos casos han llegado a ser del 44% y otras del tipo del 8 o del 10%. La bajada en el precio era determinante, según el pliego para obtener el contrato, pero, una vez realizada la obra, nunca se llevaba a efecto.
Cuando la empresa adjudicataria enviaba su factura para el cobro de la obra realizada siempre era por el precio inicial de licitación sin incluir la rebaja comprometida y por la que fue elegida. La factura era avalada con la firma de la concejala y el Ayuntamiento autorizaba el reconociento de crédito para su abono donde figuraba igualmente el precio inicial de licitación.

Decenas de casos idénticos en su procedimiento obran en poder de La Opinión de Málaga. En uno de ellos referido a trabajos de microactuaciones en las barriadas García Grana y Tiro de Pichón, por importe de 30.000 euros, la empresa Excavaciones El Copo ganó el contrato con un compromiso de bajada del 8%, pero la factura que emitió y cobró fue de 30.000 euros.

Igual ocurre en el procedimiento para obras en la barriada Santa Cristina, de Cruz de Humilladero, por un importe inicial de 30.000 euros. La empresa Imesapi gana el contrato con una proposición económica con un porcentaje de bajada del 11,5%, bajada que no cumple ya que la factura que presenta es por los 30.000 euros del pliego de condiciones.

Un tercer caso. Obras de mejora y reforma en los colegios Los Prados y Ciudad de Popayán, por un importe inicial de 30.000 euros. La empresa Pinturas Sixto se compromete a hacerlo con una bajada del 3%. La factura que presentó, sin embargo mantiene los 30.000 euros, avalados con la firma de la concejala.

Si se inicia un proceso negociado debe seguirse
El argumento que estos días vienen explicando tanto el alcalde de Málaga como la concejala Teresa Porras de que están obrando con arreglo a la ley ya que al ser contratos menores basta con la adjudicación directa no es totalmente correcto a tenor de los juristas consultados. El artículo 122 de la Ley de Contratos del Sector Público señala literalmente que «los contratos menores podrán adjudicarse directamente». Al emplear el verbo «podrán» significa que no excluye otros procedimientos.

Por tanto, el Ayuntamiento puede poner en marcha un procedimiento negociado para contratos menores, pero al hacerlo, debe seguirlo hasta el final y sujetarse a él y no utilizarlo como pantalla para aparentar transparencia ya que, a su vez que se pone en marcha, por otro lado realiza adjudicaciones directas.

El silencioso final de Salyt (La Opinión)

La fábrica lleva dos años en coma, sin actividad fabril y con un ERE temporal que se ha convertido en definitivo


La fábrica de ladrillos Salyt ha vendido todo su stock y ya planea su próximo cierre.
La fábrica de ladrillos Salyt ha vendido todo su stock y ya planea su próximo cierre. La Opinión

MIGUEL FERRARY. MÁLAGA El próximo 31 de marzo se certificará la defunción, por abandono, de la fábrica de ladrillos de Salyt. Una de las últimas industrias de Málaga, que ha alimentado de material de construcción a la provincia durante 70 años, cerrará sus puertas definitivamente. Los siete últimos empleados están a la espera de que llegue la fecha que confirmará su despido y el cese formal de la actividad, aunque de hecho hace dos años que no se fabrica nada.

El final de Salyt llega apenas dos años y medio después de que la empresa, el Ayuntamiento y los empleados llegaran a un acuerdo por unanimidad en el que se comprometían a mantener los 20 puesto de trabajo que había en ese momento y en que Promálaga ayudaría a que continuara la actividad productiva.

El camino al cierre
Eso fue a finales de 2008. Pocos meses después se inició un ERE temporal de un año en la fábrica, que condenó a los trabajadores a dejar la producción. «El patio estaba lleno de stock que se ha ido vendiendo en este tiempo y ya no queda nada», explica Diego Rodríguez, uno de los últimos empleados de la planta y que junto a Salvador Morilla son los dos únicos que trabajaban en la fábrica, ya que los cinco restantes pertenecen al departamento administrativo.

El ERE temporal de un año se amplió a un segundo el pasado año. Mientras, poco a poco, la empresa fue extinguiendo los contratos de cada uno de ellos. El próximo 31 de marzo se marchará el resto. Significará el final de la fábrica, que ha tenido que rechazar encargos de material en los últimos meses «porque llevamos dos años sin producir y el stock que estaba almacenado ya se ha vendido», apunta Salvador Morilla, quien recalca que la empresa prevé que la antigua fábrica de ladrillos se convertirá en un espacio para almacenaje y depósito de material.

«Es una pena porque todavía hay mucha materia prima para mantener la fábrica y la maquinaria está en perfecto estado», insiste Salvador Morilla.

Su historia
La fábrica se abrió a la producción de ladrillos en los años 40, en un yacimiento arcilloso junto a la ronda de Málaga, cerca de Granja de Suárez. Durante los últimos años ha pertenecido a las empresas Miramar y Edipsa, que se ha nutrido de su producción para sus realizar sus promociones inmobiliarias, además de vender material a otras empresas.

El final de Salyt llega pese al compromiso de mantener la actividad industrial en esta zona. Este acuerdo se alcanzó tras un intento fallido por recalificar la parcela de 34.000 metros cuadrados para uso comercial y trasladar la fábrica a un terreno junto al PTA. El Ayuntamiento estuvo inicialmente a favor de este cambio de actividad siempre que se continuará con la producción en la nueva ubicación. Sin embargo, finalmente se llegó al acuerdo de continuar donde está en la actualidad y no incluir la recalificación en la revisión del PGOU. El resultado ha sido el discreto final de la actividad.

El precio de la segunda mano cae un 22% en Málaga (La Opinión)

Benalmádena, Fuengirola y la capital lideran las bajadas, y Marbella tiene el metro cuadrado más caro de la provincia, con 2.319 euros


Jóvenes miran los carteles de una inmobiliaria.
Jóvenes miran los carteles de una inmobiliaria. Javier Albiñana

JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ. MÁLAGA El precio de la vivienda de segunda mano en la provincia de Málaga ha caído ya entre un 16% y casi un 22% en relación a los máximos que marcó entre los años 2007 y 2008, según los datos del portal inmobiliario Idealista.com. El valor medio del metro cuadrado se sitúa ahora mismo en los 1.924 euros, con un descenso del 4,5% respecto a hace un año. Para idealista.com, estos datos demuestran además que continúa la tónica de descensos pese al pequeño «rally alcista» vivido a finales de 2010, cuando la finalización de parte de las deducciones fiscales para la compra de casas hizo registrar un ligero aumento de precios. En el primer trimestre de 2011 la reducción de precios ha sido del 1,6%, siempre sobre los datos de las 25.240 viviendas ofertadas en la provincia de Málaga en este portal inmobiliario.

Los municipios con mayor caída de precios a partir del estallido de la burbuja inmobiliaria han sido Benalmádena, con un descenso del 21,9% en los precios que deja el metro cuadrado en 1.908 metros, Fuengirola (-21,3%, 1.914 euros el metro), Málaga capital
(-20,3%, 2.014), Mijas (-18,9%, 1.675) y Torremolinos (-17,1%, 2.098). Marbella rebaja su precio un 16,8% su precio, pero conserva el metro cuadrado más caro de toda la provincia: 2.319 euros. Torrox también cae un 18,6% (2.065) y Estepona lo hace un 16,2% (1.747).

Los datos nacionales
En España, el precio de la vivienda usada disminuyó un 2,2% en el primer trimestre del año respecto a los tres últimos meses de 2010, hasta situarse en los 2.219 euros por metro cuadrado. La estadística muestra que en el 78,5% de los municipios analizados el precio de los inmuebles bajó de precio, así como en todas las comunidades autónomas analizadas salvo en Canarias, Galicia y Asturias, donde creció el 1,6%, el 1,4% y el 0,3%, respectivamente.

En las principales capitales de provincia, destaca del comportamiento de Barcelona, donde el precio de la vivienda de segunda mano cayó el 3,4%, lo que sitúa el precio del metro cuadrado en los 3.907 euros y vuelve a cifras del año 2004.

Desde que alcanzó su precio máximo en el primer trimestre de 2007 (4.888 euros), Barcelona ha acumulado una bajada del 20,1%. Por su parte, Madrid sitúa su precio en 3.629 euros el metro, también en cifras de 2004, con un descenso acumulado del 15,9%.