martes, 12 de octubre de 2010

MALAGA. ¿Quién se acuerda del Guadalmedina?. (MALAGAHOY)

Cinco años después de que Ciedes asumiese la actuación sobre el río como una prioridad, la misma sigue sin impulsarse de manera decidida. Todas las administraciones siguen esperando un informe del Cedex encargado a finales de 2007

SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 12.10.2010 - 10:03
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El cauce del río Guadalmedina a su paso por la ciudad.

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28 de noviembre de 2007, la Fundación Ciedes anuncia el encargo de un estudio al Cedex sobre el río.

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Fijada la atención de las administraciones públicas en tratar de hallar las fórmulas con las que evitar el naufragio de parte de los proyectos prometidos en los últimos cuatro años, pocos son ya los que entre sus pensamientos incluyen una intervención no hace tanto era añorada y ensalzada por su trascendencia: la recuperación del río Guadalmedina. El protagonismo que se dio a esta actuación, objeto de agrias y duraderas polémicas entre instituciones, se ha ido diluyendo con el paso de los meses con un azucarillo en agua caliente. Y lo que se anunció como proyecto estrella del II Plan Estratégico de Málaga, impulsado por la Fundación Ciedes, se mantiene en la sombra.

Hoy, ¿quién se acuerda del Guadalmedina y su recuperación para la ciudad? ¿Quién osa plantear una iniciativa con la que sanar la que para muchos es una cicatriz histórica de la urbe? Estas mismas preguntas debieron hacérselas casi tres años atrás los entonces responsables de los organismos públicos que hoy siguen integrando la Fundación Ciedes, alianza institucional que si bien mantiene su ojo puesto en este proyecto, no transmuta el interés en hechos concretos. Y son las mismas cuestiones que trata de resolver la ciudad desde siglos atrás.

Tres años hace casi desde que el Gobierno central, en la figura del subdelegado, Hilario López Luna; la Junta de Andalucía, con su entonces delegado del Gobierno, José Luis Marcos, y el Ayuntamiento de Málaga, con el alcalde, Francisco de la Torre, anunciaron públicamente la decisión de Ciedes de encargar a un organismo dependiente del Ejecutivo central, el Cedex, un estudio objetivo y riguroso sobre las opciones de futuro sobre el río. El documento debía poner sobre la mesa las potencialidades de la obra de regeneración en el cauce, ya fuera con su embovedamiento, como se había planteado en el pasado, o su mantenimiento como cauce abierto y con agua. Pero hasta la fecha ningún resultado.

Al menos ninguna conclusión válida. Porque es cierto que el Cedex hizo un estudio pasados casi dos años desde que se produjese el primer encargo, pero el mismo era inútil. ¿Por qué? Porque los datos hidrológicos sobre los que sustentaba sus determinaciones eran antiguos, algunos incluso de 1989. Esta circunstancia obligó a Ciedes a, en una reunión celebrada el 9 de febrero pasado, volver a remitir la documentación y datos necesarios al organismo estatal para el diseño de tal trabajo.

¿Y qué ha pasado desde entonces? En estos ocho meses nadie tiene respuesta a la pregunta. Ni el subdelegado del Gobierno ni los miembros de la Fundación Ciedes consultados por este periódico tienen novedad acerca del encargo realizado ni de los plazos que se estiman para conocer la decisión del organismo estatal.

Entre ellos, algunas voces discrepantes con la situación actual. Otro de los organismos integrantes de la Fundación Ciedes es "Hay que darle más apoyo, no tanto en la financiación, pero sí en un acuerdo para proyectarlo y buscar el consenso de todos los implicados", señaló el secretario general de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), Javier González de Lara. Por su parte, los presidentes de las federaciones de asociaciones de vecinos Unidad y Cívilis, Ramón Carlos Morales y Antonio Fuentes, respectivamente, tachan la situación de "insostenible". En esta misma línea, el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde, dijo que se trata de una intervención "de trascendencia histórica al llevamos demasiado tiempo sin meterle mano".

De la complejidad de la actuación dio buena muestra el ingeniero militar Jorge Próspero de Verboom cuando, en el siglo XVII, presentó la primera propuesta para desviar el río Guadalmedina y afirmó: "Esta no es obra para una ciudad, sino para un rey". Y desde ese momento el debate sobre qué hacer con el cauce es eterno, sin que se haya logrado un punto de consenso y de cierre. Son muchas las ideas que se han puesto sobre la mesa, pero ninguna ha llegado a fructificar. Y muchos los alcaldes que se han postulado para resolver esta cuestión. De Pedro Aparicio a Celia Villalobos y de ésta a Francisco de la Torre.

El ex regidor socialista encomendó estudiar la viabilidad de la desviación del río y su embovedamiento, pero los técnicos concluyeron que no existían garantías de que pudiera resistir una gran avenida de agua y se optó por reforzar el encauzamiento. La más ambiciosa fue Villalobos, quien aprovechando su investidura en 1999, convirtió este proyecto en uno de sus estandartes para el mandato. En agosto de ese año hizo público un estudio que confirmaba que técnicamente era posible soterrar el cauce al menos en los dos kilómetros de su recorrido. El coste se estimaba en 20.000 millones de pesetas (120 millones de euros).

En la campaña a las elecciones nacionales de 2000, cuando Villalobos era cabeza de cartel del PP, hizo del embovedamiento del río su gran promesa. El coste se disparaba ya a los 492 millones de euros. En 2001, Acusur licitó la redacción de dos proyectos técnicos para desviar el cauce en su parte alta. Y ahí quedó todo. La línea fue continuada por Francisco de la Torre en 2003, cuando dijo que tenía como prioridad avanzar en el proyecto. Pero se encontró con que al año siguiente el PP perdió las elecciones nacionales y con que la Confederación Hidrográfica del Sur fue transferida a la Junta de Andalucía. En su primera comparecencia, el recién nombrado director de la Cuenca Mediterránea Andaluza, Antonio Rodríguez Leal, dejó claro que el embovedamiento era técnicamente inviable y suponía un riesgo.

Desde ese pulso, ambas administraciones han ido flexibilizando sus posiciones y se han mostrado dispuestas a que fuese un organismo neutral el que fijase los límites de una demanda que incluso hizo suya el actor Antonio Banderas: "Si fuera alcalde desbloquearía el embovedamiento del Guadalmedina". Todos lo han intentado, nadie lo ha conseguido.

RONDA. Acinipo viaje al olvido. (MALAGAHOY)

PATRIMONIO EL OCASO DEL YACIMIENTO ARQUITECTÓNICO DE RONDA

JAVIER FLORES / RONDA | ACTUALIZADO 11.10.2010 - 10:27



Tercera ciudad más visitada de Andalucía y una de las zonas más ricas en cuanto a monumentos se refiere, además de una gran belleza paisajística. Ésa es la gran baza que juega Ronda dentro del complicado panorama turístico para poder encontrar un hueco en el mismo. Además, los elogios llegan de todas las administraciones, aunque parece que en algunos casos se quedan únicamente en eso. Y es que el estado del yacimiento arqueológico de Acinipo dista mucho de ser un complejo ejemplar que puede convertirse en un verdadero foco de atención para los turistas que ponen su mirada en el interior de Andalucía.

Considerado como uno de lo más importantes de la región, su teatro ha sido siempre el símbolo que ha identificado al yacimiento y durante mucho tiempo la única evidencia palpable y visible de lo que fue una importante ciudad romana. No obstante, posteriormente se han realizado diferentes excavaciones, que han sacado a la luz y desenterrado las termas y algunas domus o casas de la ciudad. Precisamente, en una de ellas se encontró uno de los lararios mejor conservados del país. Esta estructura se encontraba en el interior de las casas y era una especie de altar o capilla donde se rendía culto a los dioses lares o deidades protectoras de la familia. En este caso, está construido con ladrillos y piedra, que están enlucidas con mortero de cal. Sobre el mismo se había creado un estuco pintado con motivos florales y animales con colores muy vivos.

Ahora, aquel importante hallazgo de la campaña de excavación 2005-2006 permanece en el olvido y en peligro de desmoronarse. Únicamente le habría salvado de semejante futuro el cobertizo artesanal a base de chapas e hierros que decidieron colocarle tras ser encontrado. Fuentes próximas al complejo considera que las intensas lluvias de este año habrían acabado con este larario de no estar cubierto, aunque también reconocen que es necesaria una actuación "urgente" para salvarlo. A pesar de ello, hasta el momento no se tienen noticias que desde la Consejería de Cultura se vaya a autorizar ni impulsar una actuación inmediata a pesar del riesgo existente.

En estos momentos, este importante hallazgo pasa inadvertido para los visitantes que acuden al yacimiento. Y es que lo único que aprecian son unas feas chapas que no dejan ver la estructura original que todavía se conserva.

Pero no es el único aspecto que deja una mala imagen. Los alrededores del teatro se han convertido en un auténtico estercolero que deja una nefasta imagen entre los visitantes, que se ven obligados a pisarlo para entrar a la parte visitable del mismo. Además, el olor que permanece en la ropa tras la visita tampoco resulta nada agradable.

En este sentido, se reconoce la necesidad de contar con un rebaño de ovejas que hagan las funciones de jardinería y que evitaran que el pasto pueda crecer, evitando el alto riesgo de incendio. No obstante, los visitantes reclaman que se limpie o que se evite que los animales puedan concentrarse cerca del teatro o algunas de las estructuras que ya han sido desenterradas.

MARBELLA Marbella rechazará el proyecto de urbanización del hospital si no garantiza aparcamientos gratis. (SUR)

La alcaldesa exige a la Junta de Andalucía que retire de inmediato la barrera instalada en la entrada de las plazas en superficie

12.10.10 - 01:26 -