domingo, 11 de abril de 2010

MALAGA. Un nuevo retraso complica la conversión del Miramar en hotel en el plazo previsto. (LAOPINION)

Los trabajos no comenzarán hasta 2011, lo que compromete el cumplimiento del contrato de la empresa Promur con la Junta, que fija 2013 para la apertura



Abandono. Perspectiva aérea de una de las fachadas principales del edificio, construido en los años veinte por Guerrero Strachan.
Abandono. Perspectiva aérea de una de las fachadas principales del edificio, construido en los años veinte por Guerrero Strachan. G. Torres

LUCAS MARTÍN. MÁLAGA Hace ya más de dos años de la última refriega judicial. El Palacio de Miramar, hito arquitectónico de la zona noble de Málaga, continúa en desuso, pese a la promesa de agilidad en las obras que, en teoría, deben dejar paso a su nueva etapa como hotel de lujo. La industria turística se mantiene en vilo. Por el momento, nadie ha visto una máquina en las instalaciones. Los plazos iniciales, que apuntaban al presente 2010 como fecha de inauguración, se dilatan sobre su propia marca de retraso.


Según explica José Seguí, arquitecto responsable de la remodelación, el permiso de obras no se solicitará hasta finales de este año. La demora, sostiene, no se adscribe a dificultades económicas, sino a la complejidad del proyecto, que ha exigido la reconstrucción previa sobre planos virtuales. "Si todo va bien podremos entregarlo a finales de año y tramitar el inicio del trabajo de campo", detalla.


Las expectativas del arquitecto sitúan el ritmo de la construcción al límite del compromiso adquirido con la Junta de Andalucía, que obligó a la concesionaria, el grupo Promur, a tener operativo el hotel en un plazo de cinco años, a contar desde 2008. Si no concurren nuevas interrupciones, la maquinaria comenzará a operar el próximo ejercicio. Las previsiones aluden a un periodo de ejecución de veinticuatro meses, lo que desplaza de nuevo los cálculos de la inauguración. Como mínimo, habrá que esperar hasta bien avanzado 2013.


La lentitud del proyecto preocupa especialmente en los establecimientos del entorno, que han visto mermar sus ingresos a raíz del traslado del andamiaje judicial. Allí se aguarda la llegada de los obreros, alrededor de doscientos, para revitalizar la economía doméstica. La demora ha suscitado sorpresa, sobre todo, si se tienen en cuenta los datos del concurso público, en el que Promur se adjudicó el proyecto a pesar de no presentar la oferta económica más alta. Su baza fue el compromiso de rapidez en la tranformación de las majestuosas instalaciones.


Gonzalo Fuentes, secretario autonómico de Turismo en CCOO, añade un nuevo registro a la reflexión sobre la viabilidad del proyecto. Asegura que la eficacia de un hotel de lujo depende también de sus alrededores, que deben remozarse para concordar con las exigencias de los futuros clientes. "Estos detalles hay que tenerlos muy en cuenta para que sea realmente un hotel de cinco estrellas y no tenga que perder categoría", señala.


La iniciativa de Promur, que tiene una división hotelera con más de cuarenta años de experiencia, comporta habilitar unas 200 habitaciones, incluidas suites. El proyecto, alumbrado por Seguí, aspira a recuperar el aspecto original del edificio e incorporar servicios como un ´spa´ y una sala de convenciones. La primera etapa de uso turístico del inmueble concluyó en el año 1968.

MALAGA. Urbanismo 'cocina' dos PGOU. (MALAGAHOY)

Los técnicos plantean dos documentos en previsión de que la Junta acepte o no la petición de compensaciones económicas a cambio de allanar la obtención de Arraijanal

SEBASTIÁN SÁNCHEZ / MÁLAGA | ACTUALIZADO 11.04.2010 - 01:00
Los días para conocer el devenir final del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de Málaga entran en su recta final. Aunque nadie, a día de hoy, parece capaz de fijar cuál será la resolución definitiva del documento, más aún teniendo en cuenta los procedentes. En este escenario, la Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga tiene casi a punto dos documentos para meterlos en el horno para su cocción en función de si el camino elegido es A o B. La selección de uno u otro dependerá de la posición que adopte la Junta de Andalucía de admitir los condicionantes incluidos por el equipo de gobierno del PP de cara a dar luz verde a la inclusión y compensación con aprovechamientos urbanísticos de los suelos de Arraijanal, donde el Gobierno andaluz la plantea un parque metropolitano.

Fuentes del organismo municipal indicaron que para que el planeamiento que finalmente salga de las cocinas prevea esta intervención, los responsables autonómicos deberán admitir dos peticiones: de un lado, el levantamiento de la prohibición que, en el marco de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y el Plan de Ordenación Territorial de la Aglomeración Urbana de Málaga (Potaum) pesa sobre ciertos sectores de Campanillas, la margen del Guadalhorce y otros puntos, y de otro, que se atienda la exigencia del alcalde, Francisco de la Torre, de recibir compensaciones económicas a cambio de dar salida a la operación de Arraijanal.

Las fuentes consultadas aseguraron que este extremo ha quedado fehacientemente claro en las últimas reuniones mantenidas con los técnicos del Gobierno andaluz, encuentros en los que se han allanado las últimas diferencias existentes entre ambas administraciones. Pero lo que parece claro es que el Ayuntamiento no va a ceder en estas dos pretensiones.

De hecho, las fuentes señalaron categóricamente que si ambas peticiones no son aceptadas, la intención del gobierno local pasa por dar salida a un PGOU amoldado a cada una de las exigencias del Potaum y la DIA, lo que daría al traste con la intención de la Junta de que la obtención de Arraijanal se hiciese con cargo a compensaciones de suelo en el nuevo Plan General.

En este sentido, las fuentes recordaron que lo que marca el Potaum respecto a Arraijanal, de unos 530.000 metros cuadrados de superficie, es que dicho terreno se dibuje como sistema general adscrito al suelo no urbanizable. Esta circunstancia, según indicaron, obligaría a la Junta a ser la que tenga que obtener los terrenos, bien vía expropiación bien vía acuerdo con los propietarios privados. Y esto es precisamente lo que quería evitar la Junta cuando desde hace meses viene insistiendo en la necesidad de que sea el Plan General el que incluya las soluciones de compensación necesarias. Entre otros motivos porque desde la Junta se desea que la operación sea lo menos traumática posible y lo más rápida en el tiempo.

Por ello, la opción de expropiar a precio de rústico es desaconsejable, dado que los privados no estarían de acuerdo con la fórmula y podrían acudir a la vía judicial. En este supuesto, el hecho de que el Ministerio del Interior vendiese hace varios años una parcela de terreno próxima a Arraijanal a precio de urbanizable dificultaría esta vía. Los propietarios calculan que, tomando como referencia lo que se pagó en su momento por la pastilla de Interior, el suelo de Arraijanal estaría valorado en unos 200 millones de euros, cifra que es la que, precisamente, usa De la Torre, para reclamar la compensación económica a la Junta.

Todo apunta, en cualquier caso, que la diligencia con la que se desarrollen los últimos pasos del Plan General dependerá muy mucho de la posición que adopte el Ayuntamiento y de si la Junta se da o no por satisfecha con la respuesta. En caso contrario, habrá que ver si el planeamiento de la capital de la Costa del Sol está listo para antes de las elecciones de 2011.

RONDA. Un palacio envenenado. (ELPAIS)

El Ayuntamiento de Ronda incumple un convenio firmado en 1997 para convertir la Casa del Rey Moro, del siglo XVIII, en hotel de lujo

FERNANDO J. PÉREZ - Málaga - 11/04/2010


Jochen Knie va y viene del entusiasmo febril al cabreo jupiterino mientras pasea, protegiéndose del viento, por la Cuesta de Santo Domingo, junto a la Casa del Rey Moro, en Ronda (Málaga). Este empresario alemán, de 42 años, firmó hace 14 un convenio con el entonces alcalde rondeño, Juan Fraile (PSOE), para convertir la casa-palacio del siglo XVIII -así como varias casas adyacentes del centro histórico- en un complejo hotelero de gran lujo. Casi tres lustros después de rubricar el acuerdo, el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía no han modificado los planes urbanísticos para permitir el uso hotelero, ni ha otorgado permisos para hacer la obra. Lo cierto es que tampoco los han denegado. Knie denuncia que se ha enfrentado a un muro de silencio y dilataciones administrativas.


Mientras tanto, la Casa del Rey Moro y las casas vacías de las calles Comandante Alejandro Linares y Ruedo de Doña Elvira, adquiridas por Knie a 19 propietarios distintos, se deterioran a ojos vista.

El pasado lunes, el fuerte viento sacudía los cristales del torreón, erguido sobre el lado sur del Tajo de Ronda, hasta quebrarlos. Desde esas mismas ventanas el economista Knie hizo público su "calvario" el pasado 27 de marzo. Colgó dos pancartas con el lema "Palacio del Rey Moro: sin hotel desde 1997". La protesta acabó con las pancartas arrancadas y con Knie en los calabozos de la Policía Local durante tres horas. El empresario ha denunciado a los agentes por detención ilegal. Él quedó en libertad con cargos de resistencia a la autoridad.

El recinto de la Casa del Rey Moro tiene, además del palacio, dos atractivos turísticos singulares: uno es el jardín diseñado en 1912 por el paisajista francés Forestier, con parterres colgantes sobre el río Guadalevín y declarado monumento nacional en 1943. El otro es una mina de agua de 60 metros de profundidad, de la época nazarí.

Knie invirtió 305.475 euros en restaurar el parque y la galería subterránea en cumplimiento del convenio firmado en 1997 con el municipio. En total, el economista ha gastado más de 6,4 millones de euros en adquirir y apuntalar inmuebles, encargar estudios y proyectos y contratar abogados, entre otros gastos. Knie ha presentado una demanda contra el consistorio para reclamar esta cantidad, en la que se incluye una estimación del dinero que ha dejado de ingresar por permitir la entrada gratuita a los vecinos de Ronda tanto en los jardines como en la mina, como se pactó en el convenio de 1997.

Otro de los compromisos del empresario era crear 57 puestos de trabajo, que serían ocupados por rondeños, "siempre que lo permita su cualificación profesional", se lee en el convenio. Bajando las 285 escaleras de la mina, su sitio predilecto, el empresario -dueño también del hotel sevillano Casa Imperial, de cinco estrellas- calcula que su proyecto puede generar 200 empleos.

Knie presentó un primer proyecto, desechado por la Consejería de Cultura y calificado de "ovni" por el actual alcalde rondeño, Antonio Marín Lara (PSOE, elegido por el Partido Andalucista). Posteriormente, elaboró otro proyecto, que ha recibido todos los parabienes de la Administración. Sin embargo, no se puede llevar a cabo porque, según el regidor, "la Junta todavía no ha aprobado definitivamente el Plan Especial de Ordenación del Centro Histórico".

El tiempo pasa, y el empresario comienza a estar presionado por los bancos. "Creo que es una maniobra de los políticos para conseguir declarar en ruina la Casa del Rey Moro para poder expropiármela a bajo precio", asegura. "Quieren que me canse, pero yo soy muy cabezota y no me rindo", añade.

Al día siguiente de que los agentes retiraran la pancarta, Marín Lara afirmó que estudiaba la posibilidad de la expropiación, solución a la que renunció expresamente el Ayuntamiento en el convenio de 1997. El regidor niega que se esté obstaculizando el proyecto -"nosotros somos un mero transmisor entre el señor Knie y la Consejería de Cultura"- y plantea apuntalar el palacio y pasarle la factura a Knie, de quien, por otro lado, se deshace en elogios: "Es una persona elegante y educadísima", reconoce.

Tras el incidente de la detención del empresario, el regidor quiere reconducir el conflicto. "El proyecto de la Casa del Rey Moro me parece magnífico y muy necesario para Ronda. Aquí necesitamos como el comer un hotel de gran lujo. Estoy a plena disposición del señor Knie y voy a tratar de bonificarle las licencias de obra en un 90% o 95% cuando se apruebe el plan especial", asegura Marín Lara.