domingo, 21 de febrero de 2010

MÁLAGA El metro ya tiene plan para la Alameda Principal. (SUR)

El paso de las obras por el lateral norte de esta vía es el que entraña menos riesgos para los ficus centenarios.

La caída de un ficus centenario de los que conforman la bóveda vegetal de la Alameda Principal, a causa de las fuertes lluvias, ha dado la voz de alarma sobre el estado en que se encuentran estos ejemplares. Máxime cuando a partir de finales de este año tendrán que convivir con las obras del metro. SUR ha tenido acceso al estudio que la consultora Tecnoma comenzó a elaborar hace ahora un año por encargo de la Consejería de Obras Públicas para conocer el estado de salud de la vegetación del Salón de Málaga, un informe que cobra máxima actualidad ante los recientes acontecimientos y por la cercanía del arranque de los tajos. Según este estudio -que ya está en manos del Ayuntamiento- la opción más idónea para el trazado del subterráneo es que discurra por el lateral norte, el más cercano al mercado de Atarazanas.

Entre las razones técnicas que apoyan esta opción está el menor impacto para el tráfico y actividades sociales como la Semana Santa. Al tiempo, los técnicos insisten en que un factor determinante ha sido, precisamente, el hecho de que en esta zona la incidencia para los ficus es mucho menor, pues sólo en un caso -el primer ejemplar de la fila, el más cercano al puente de Tetuán- habrá que tomar precauciones especiales para evitar su deterioro.

Aunque esta perspectiva es optimista, el estudio aporta datos preocupantes sobre la situación de esta emblemática arboleda. Está compuesta por 52 ejemplares, de los que 23 son grandes ficus microcarpa (laurel de Indias) de unos 150 años de edad (había 24 pero uno se cayó esta semana y está pendiente de reposición). Este dato los sitúa como los más viejos de la ciudad y entre los más ancianos de España. Los más destacados tienen alturas de hasta 26 metros y un diámetro de copa de 32.

De ellos, cuatro están «en franca decadencia», cita textualmente el documento. «Tienen escasa vitalidad y pudriciones importantes. El pronóstico a corto plazo es malo, independientemente de la ejecución de la obra del metro». Se suma un quinto que tiene una rama muy dañada y con peligro de rotura.

No están mucho mejor otros dos ficus jóvenes, que han sufrido descalces y roturas y su estabilidad «está comprometida». Aunque la peor situación se da en los siete plátanos de sombra que quedan, de los que uno está muerto y el resto están decrépitos, afectados por plagas y enfermedades y con defectos estructurales.

En los grandes ficus los expertos han establecido una distancia mínima de anclaje y una pérdida máxima de raíces, según el estado de cada uno. Son admisibles mermas de entre el 30% y el 40%, lo que conlleva distancias hasta la pantalla de entre cinco y siete metros. La construcción con muros pantalla por la calzada norte se considera la segunda mejor opción, mientras que la más beneficiosa para los árboles sería la de usar tuneladora, que se ha descartado por la inestabilidad de los terrenos. Con esta fórmula el eje estaría cortado al tráfico y sin posibilidad de uso durante más tiempo.

El escenario en el lateral norte cuando empiecen los tajos será este: desde la fachada de los edificios en los que se ubica, por ejemplo, la bodega Casa de Guardia o la propia sede de la Delegación de Gobierno de la Junta quedará un pasillo de tres metros de ancho hasta la valla de obra. A partir de este punto, diez metros de tajo, y luego entre cinco y nueve metros hasta los troncos.

Pérdida de raíces
Para los trece grandes ficus de la alineación norte se ha estimado una pérdida de raíces de entre el 18% y el 37% (este porcentaje se da sólo en un caso sobre el que habrá que tener un especial cuidado), con una media del 25% que los botánicos consideran admisible. Con todo, el informe advierte de que la obra interferirá sobre dos ejemplares con un grado de vitalidad baja y otros dos de nivel medio-bajo. Sólo uno está en condiciones óptimas de desarrollo.

Desde esta óptica, los responsables del proyecto ven en el metro una oportunidad y no una amenaza. Las micropantallas de hormigón actuarán como una especie de macetero que sustentará las raíces. A la vez, toda la superficie desde la losa de cubierta hasta la superficie se rellenará con gravas y tierra vegetal para permitir el desarrollo de las plantas. «La Alameda está enferma. Ya ha ocurrido una vez y hay más árboles que se pueden caer en cualquier momento», asegura un experto cercano al proyecto, para quien la salida del tráfico de la Alameda durante más de un año sería el mejor momento para intervenir.

Antes de llegar a esta conclusión la consultora analizó también la posibilidad de que el pasillo subterráneo discurriera por el eje central de la avenida. De hacerlo así se pondría en peligro a tres de los árboles (dos de ellos catalogados como de vitalidad baja), en lugar de uno como se prevé con la solución norte. A ello habría que añadir los problemas para el tráfico y durante la celebración de los desfiles procesionales.

Preguntado por estos aspectos, el director de la Oficina del Metro, Enrique Salvo, coincidió con los técnicos en la oportunidad que se abre: «Es el momento de recapacitar, de reflexionar sobre el futuro de la Alameda y de los árboles». A su juicio, se debe abrir el debate para retirar el tráfico y devolver al salón el concepto paisajístico y botánico de paseo. «Va a estar un año cerrada al tráfico, ahora el Ayuntamiento lo tiene más fácil que nunca».

Sobre la posibilidad de que las obras afecten a los ficus, cree que será más beneficioso que perjudicial, porque estabilizará las raíces y aportará tierra de alta calidad. Al tiempo, en su condición de biólogo, considera que tras la caída de un ejemplar el pasado martes es el momento de planificar su futuro: «Hay que pensar en reponer poco a poco los que están peor por otros más jóvenes, porque son seres vivos que, como cualquier otro, nacen y mueren».

MALAGA. Un muro del convento de San Andrés se derrumba ante la escasa inversión. (ELMUNDO)


El muro derrumbado a la derecha de la imagen. | FOTOS CEDIDAS POR CRISTINA GUZMÁN

El muro derrumbado a la derecha de la imagen. | FOTOS CEDIDAS POR CRISTINA GUZMÁN

  • Este edificio es Bien de Interés Cultural desde 2001

El convento de San Andrés, aledaño a la iglesia del Carmen en el barrio de El Perchel, se está cayendo a trozos. El pasado viernes se derrumbó un muro medianero a un bloque de pisos, y su aspecto general es desolador.

El inmueble pertenece al Ayuntamiento de Málaga, que destinó 200.000 euros del Fondo Estatal de Inversión Local el pasado año "para evitar que se cayera", según ha informado a este periódico el concejal de Urbanismo, Manolo Díaz Guirado, aunque a la vista de las imágenes cedidas por una vecina de la zona, no parecen haberlo conseguido.

Además, las recientes lluvias han causado más daños aún en las cubiertas y la iglesia de Nuestra Señora del Carmen a la que está adherido sufre importantes goteras y humedades.

Detalle del convento.

Detalle del convento.

El convento, donde el general Torrijos y sus hombres fueron confinados la noche antes de su fusilamiento en 1831 por orden del Fernando VII, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía en 2001; como el titular del mismo es el Consistorio, a éste corresponde el deber de conservarlo, mantenerlo y custodiarlo, aunque a sus manos llegara ya en estado ruinoso. De hecho, en 1999 estuvo a punto de ser demolido por el Ayuntamiento, pero la acción vecinal lo impidió.

No obstante, lo cierto es que, y según ha denunciado el grupo municipal de IU en reiteradas ocasiones, la falta de una decidida actuación municipal ha propiciado su deterioro progresivo. Además, en 2005 la imprudencia de una constructora destruyó el 40% del refectorio.

Actuaciones para consolidar

A partir de ahí el Consistorio malagueño acometió varias actuaciones de emergencia, siempre dirigidas a "consolidar lo que hay y evitar su deterioro; de hecho estamos a punto de adjudicar otros 200.000 euros para empezar obras en marzo", ha añadido Díaz Guirado, quien se ha lamentadode la falta de colaboración de la Consejería de Cultura, que ya el año pasado anunció que tenía "otras prioridades" en la provincia.

La Junta se justifica además en que es el titular del edificio el responsable de su estado. "Nosotros no podemos destinar más fondos de los que destinamos, son actuaciones costosas y suponen un esfuerzo importante para una sola administración", ha subrayado el concejal de Urbanismo, quien confía en poder sacar este año un concurso de ideas «para obtener una propuesta integral de rehabilitación».

La pretensión municipal es convertir el antiguo convento en un museo de Arquitectura y Diseño Moderno, así como en un espacio para la asociación histórico cultural Torrijos 1831 y para la hermandad del Carmen. El convento de San Andrés, fundado en 1584 por la Orden de los Carmelitas Descalzos sobre una ermita ya existente, ha servido como hospital y como cuartel.

MALAGA. Metro Málaga estudiará la llegada del Cercanías a la plaza de La Marina. (ELMUNDO)

El director de la Oficina del Metro de Málaga, Enrique Salvo Tierra, consideró que "tiene poco sentido" plantear que el Cercanías llegue a la plaza de la Marina, como demanda el Ayuntamiento. No obstante,aseguró que se estudiará la posibilidad de compatibilizar el futuro túnel del suburbano bajo la Alameda, con el objetivo de "dejar los deberes lo mejor hechos".

"Ningún experto ferroviario se plantearía que el Cercanías atravesara Málaga por el centro", declaró Salvo, añadiendo que "crear un túnel para este tren de unos 400 metros de longitud, desde el río a la plaza de la Marina, no tiene mucho sentido".

Además, resaltó en una entrevista a Europa Press que la mayor parte de los viajeros que lleguen a la estación Centro-Alameda se trasladará hacia la parte occidental del río; por ello, se optó por que esta estación sea "una de las mejores equipadas de España". "No fue algo caprichoso", apostilló.

En cuanto a que esta obra tendría un coste reducido, según el Ayuntamiento, que rondaría los 20 millones de euros, Salvo expuso que aunque en el montante total de esta infraestructura, esa cifra pueda representar sólo en torno a un cuatro por ciento, es cierto también que "es lo invertido en alguna provincia española en infraestructuras en los últimos cinco años". "En el fondo es mucho dinero porque es algo que no se sabe para qué podría valer", señaló.

Destacó que para abril contarán con el proyecto de obra definitivo para el tramo entre el Guadalmedina y La Malagueta, que se discutirá con el Ayuntamiento, vecinos y comerciantes, siendo el objetivo que antes del verano "pudiéramos estar trabajando ya", con el desvío de las canalizaciones y servicios que se verán afectados por la construcción del túnel.

En ese tramo de 1,5 kilómetros hay, como resaltó el director del Metro de Málaga, varios elementos que conllevan "una especial dificultad",entre los que citó los aparcamientos de la avenida de Andalucía y la Marina, el río y la Alameda.

Respecto a la Alameda, Salvo indicó que existen varias alternativas para la intervención, aunque, por el momento, la que parece más adecuada aboga por que el túnel del metro se construya siguiendo el recorrido del vial norte, el más cercano al mercado de Atarazanas, teniendo en cuenta que ello conllevaría "una mínima afectación al tráfico y más garantías constructivas y en lo referido a la arboleda".

Alamenda

Precisamente, instó al Ayuntamiento de Málaga a que aproveche las obras del metro para reorganizar la Alameda Principal, convirtiendo esta vía en "un amplio paseo" y "no en una zona para sembrar autobuses como ocurre ahora". De este modo, este importante nudo del tráfico y de la vida ciudadana malagueña podría recuperar su vocación como "salón de la ciudad".

"El metro da una oportunidad como ninguna otra infraestructura para modificar determinados hábitos que por costumbre se han aceptado como buenos, pero que son perjudiciales, y también para provocar un revulsivo del centro histórico", manifestó Salvo, quien precisó que con la remodelación del tráfico que se llevará a cabo cuando las obras del suburbano lleguen al centro histórico, se dará valor a otras vías como Muelle de Heredia o el Paseo de los Curas, que "están infrautilizadas", puesto que "ahora se mete todo el peso por las zonas más nobles de la ciudad".

Precisamente, lamentó que en la Alameda Principal "manden los autobuses, cuando lo normal sería que fuera un punto de paso más, no un intercambiador". "La gente va mucho a la Alameda porque se le ha obligado", comentó, agregando que lo que se haga con esta vía "va a condicionar todo el futuro de Málaga".

MALAGA. Aumenta la posibilidad de que el centro se inunde por las ampliaciones del puerto. (ELMUNDO)

Las sucesivas obras de ampliación del puerto de Málaga y la puesta en marcha del saneamiento integral de la ciudad han aumentado la posibilidad de inundaciones en el centro histórico, ya que la red de saneamiento ha empeorado y, por tanto, ha perdido eficacia a la hora de evacuar las aguas pluviales y residuales.

Sobre este deterioro y las soluciones existentes versó la ponencia 'Aplicación de hidrología avanzada y análisis de redes de saneamiento con el modelo SWWM en la ciudad de Málaga' expuesta el pasado jueves durante el IV Congreso de Ingeniería Civil, Territorio y Medio Ambiente celebrado en la capital. Antes de la actual configuración portuaria, la descarga de aguas del centro histórico de Málaga se conseguía con dos colectores que llegaban y vertían directamente a la playa que existía entre el puerto y la desembocadura del río Guadalmedina.

Pero tras la construcción de las EBAR (Estaciones de Bombeo de Aguas Residuales) en el interior del recinto portuario para evitar los vertidos directos a la playa y al río, y después de la primera ampliación del puerto con la construcción de las casetas para enseres de pesca, los colectores fueron modificados y prolongados.

Esta solución «ha sido suficiente para condiciones normales de funcionamiento en periodos de tiempo seco. Sin embargo, en épocas de lluvia intensa e incluso moderada el nivel de agua de los colectores aumenta y en algunos puntos bajos ha estado próximo a saltar sobre las tapas de registro», como ocurrió el pasado 7 de enero en la Avenida de Andalucía, según confirmó a EL MUNDO de Málaga el director gerente de la Empresa Municipal de Aguas (EMASA), José Luis Rodríguez.

Al prolongar los muelles «hubo que prolongar los colectores, y perdieron altura; ahora necesitan más pendiente para mantener la capacidad de evacuación con la que fueron hechos, por eso se podrían producir algunas inundaciones en el centro de la ciudad», advirtió Rodríguez, quien descartó, no obstante, que las actuales precipitaciones supongan una amenaza en este sentido, pues la pluviometría «debe ser mayor de lo que está siendo». Eso sí, reiteró que los colectores «tienen una capacidad definida y no cabe un litro más; si hay más agua se sale por otro sitio».

Simulador 'Storm Water'

Por eso, el Ayuntamiento y la Autoridad Portuaria están en conversaciones para llevar a cabo las actuaciones necesarias, «aunque en este tema el puerto debe tomar la iniciativa y subsanar el problema generado por la prolongación de los muelles», aseveró el gerente de EMASA.

En este sentido, la empresa municipal ha desarrollado un proyecto para solucionar los problemas actuales y prever los que puedan presentarse en el futuro puerto deportivo de la margen derecha del río. Para ello se ha llevado a cabo la simulación del sistema de saneamiento de Málaga «con la versión más reciente del software más potente disponible a tal efecto, el Storm Water Management Model (SWMM) creado por la Agencia de Protección Medioambiental Americana», según expusieron en el citado congreso el profesor titular de la ETSI Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Granada, Francisco Osorio Robles, y los directores de Saneamiento y Proyectos y Obras de EMASA, Rafael Peláez González y Fernando Piazuelo Zuazo, respectivamente.

La primera conclusión extraída del simulador SWWM es que el sistema de desbaste de aguas pluviales «debe ubicarse al inicio del puerto». El software, considerado más preciso y fiable que los sistemas de cálculo clásicos, también indica el caudal de diseño del desbaste con diferentes tipos de lluvias y la cota precisa de aliviadero principal al río.

La finalidad de las obras proyectadas por EMASA y analizadas por el SWWM es «liberar totalmente la dársena del puerto de Málaga de flotantes procedentes del desbordamiento de la red de saneamiento, y minimizar la llegada de aguas residuales y pluviales al puerto deportivo de la margen derecha del Guadalmedina». Asimismo, se persigue «minimizar la posibilidad de inundaciones en el centro histórico de Málaga, volviendo a las condiciones de drenaje del pasado».