José Antonio Griñán rechaza vincular la tramitación del plan a que la ciudad, como defiende el alcalde, reciba fondos europeos
06.02.10 - 01:41 -
ANTONIO M. ROMERO | MÁLAGA.
«Las compensaciones no tienen sentido ni significado», afirma el presidente de la Junta
El Ayuntamiento no dará su brazo a torcer y reclama fondos a cambio de conseguir Arraijanal
La tramitación de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Málaga ha entrado en una espiral a la que parece difícil que se le pueda encontrar una solución por las posiciones diametralmente enfrentadas que mantienen el Ayuntamiento de la capital y la Junta de Andalucía a cuenta de algunos de los aspectos recogidos en el documento. El plan, del que dependen proyectos vitales para la ciudad como el macrohospital, está atascado y ahora el debate sobre él se impregna, por ambas partes, de marcados tintes electoralistas a quince meses vista de los comicios municipales de 2011.
Arraijanal es el quid de la cuestión. La Junta quiere construir en estos terrenos un parque y plantea que para conseguir estas 54 hectáreas el Ayuntamiento dé a los actuales propietarios privados suelo en otras partes de la ciudad. En este punto, el alcalde, Francisco de la Torre, reclama que, a cambio, el Gobierno autonómico compense a Málaga respondiendo afirmativamente a la reiterada petición municipal de fondos europeos -que gestiona el Ejecutivo regional- para varios proyectos en la capital que suman 130 millones de euros.
Una solicitud rechazada hace unos días por el consejero de Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Espadas. Postura reiterada ayer por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán. En una visita a Málaga afirmó: «Eso de la compensación no lo entiendo, desde el punto de vista de la lógica argumental no puedo entenderlo. No empecemos con compensaciones porque es que no tiene sentido ni significado».
Unas declaraciones que suponen un jarro de agua fría para las pretensiones manifestadas por el alcalde de Málaga la pasada semana cuando anunció que acudiría al presidente andaluz para reclamar esta compensación si el consejero Espadas no era capaz de atender sus demandas y encontrar una salida al PGOU.
Relaciones
Griñán incidió en que la última reunión entre ambas administraciones -encabezadas por De la Torre y el viceconsejero de Vivienda, Justo Mañas- fue bien, que todo lo relacionado con el PGOU de Málaga se había «desbloqueado» y mostró la disposición de su Gobierno a que haya un buen clima de entendimiento. «Lamentaría que el nerviosismo electoral pudiera enturbiar esas relaciones», apuntó el jefe del Ejecutivo regional, quien añadió que hay que alejarse de los posicionamientos «electorales».
Por eso, hizo un llamamiento a De la Torre a que desvincule la negociación del plan general de la petición de fondos europeos para Málaga porque son cosas «distintas». Así subrayó que la petición de estos fondos debe hacerse siguiendo el procedimiento y la vía administrativa adecuada y recordó que la mitad de los proyectos que se ejecutan en Andalucía con cargo a este dinero lo hace el Gobierno central y que las que promueve la Junta están relacionadas con iniciativas para vertebrar la región en materia ferroviaria y de carreteras.
Asimismo, el jefe del Gobierno autonómico reiteró el compromiso de la Junta con Málaga para seguir dotándola de proyectos e iniciativas como ha hecho en el pasado en materia cultural, judicial o sanitaria, como indicó Griñán.
Sin embargo, el planteamiento del Gobierno andaluz no va a hacer variar la postura del Ayuntamiento de la capital, que no dará su brazo a torcer y seguirá reclamando fondos europeos a cambio de sus esfuerzo para conseguir los terrenos de Arraijanal. Aunque ello suponga el retraso en la aprobación de un plan general que lleva, desde que empezó su andadura, seis años marcando la agenda municipal.
Aunque desde el Consistorio ayer no se quiso entrar a responder a Griñán, las declaraciones de Francisco de la Torre en las últimas semanas han dejado clara la postura de mantener sus posiciones. «No contemplo la posibilidad de que la Junta niegue una compensación por la aportación de suelo para el parque de Arraijanal y el macrohospital», manifestó antes del último pleno.
No es el único inconveniente
Las divergencias entre ambas administraciones no es el único inconveniente con que se encuentra el Plan General para salir adelante, ya que los dueños de los terrenos de Arraijanal -como adelantó este periódico- no están en absoluto de acuerdo con la fórmula de compensación que estudian la Junta y el Ayuntamiento ya que consideran que supone menospreciar el valor del suelo.
Por ello exigen un tratamiento especial porque entienden que no puede compararse el valor de un suelo en primera línea de playa con el de otro terreno en la vega de Campanillas o Lagar de Oliveros.
Cabe recordar que el valor de las 54 hectáreas de Arraijanal podría cifrarse en unos 180 millones de euros si se tiene en cuenta la subasta que realizó hace cuatro años el Ministerio del Interior para deshacerse de un antiguo cuartel, en la que fijó el valor del metro cuadrado en 280 euros. La Junta sostiene que la valoración de los terrenos no llegaría a cotas tan elevadas.