domingo, 1 de noviembre de 2009

MARBELLA El corredor ferroviario de la Costa del Sol no termina de arrancar. (SUR)

El proyecto más importante para el litoral occidental encuentra dificultades para conseguir el impulso presupuestario

La Junta quiere contar con financiación privada para alargar el tren.



Para muchos turistas llegar a Marbella desde el aeropuerto sin tener que alquilar un coche o hacer el trayecto a la inversa para conocer el Museo Picasso se convierte casi en una 'gymkhana'. Si se despistan y se montan en el Cercanías, al llegar a Fuengirola se topan con el final del túnel y con la sorpresa de que el tren no da más de sí, apenas 30 kilómetros. Les toca tirar de las maletas hasta la estación de autobuses para seguir el camino o subirse a un taxi, según sea ya el grado de desesperación. Y lo peor es que no son ni una ni dos, sino miles de personas las que asisten atónitos a la vida tan corta que tienen los raíles.
La Costa del Sol lleva décadas clamando por un tren que acerque Málaga con Marbella, la capital con la locomotora del turismo en Andalucía, y que permita a la provincia dar un salto exponencial en sus infraestructuras. Pero el sueño, más aún el de que el AVE asome por la Milla de Oro, no termina de arrancar. Hace nueve años que el entonces presidente de la Junta, Manuel Chaves, firmaba una promesa que ya nunca se olvidó: Alargar el Cercanías hasta Estepona. Casi una década después, con algunos proyectos ya sobre la mesa e incluso un tramo adjudicado, el tren no termina de pisar el acelerador. Al corredor ferroviario no le salen las cuentas. Una obra de tal envergadura necesita una inyección económica de al menos 4.000 millones de euros, cantidad que no parecía descabellada hace unos años, cuando se empezaron a mover las primeras fichas. Ahora, en plena tormenta económica, suenan casi a una quimera. La Junta sólo destinará en 2010 cinco millones a que el proyecto no decaiga; una partida simbólica que destinará a avanzar en la redacción de proyectos y a expropiaciones. Poco más de 0,1 por ciento de lo que cuesta la obra. Los planes iniciales pasaban incluso por que no hubiera rastro presupuestario, según confirmó la propia consejera de Economía y Hacienda, Carmen Martínez Aguayo. Finalmente se dio marcha atrás, aunque sea de manera testimonial.
No es un secreto que la financiación es el gran problema, como antaño eran para los técnicos la orografía e incluso la proliferación de construcciones que obligarán a que el grueso de los 53,2 kilómetros de trazado discurran bajo tierra. En enero saltó la liebre cuando la Junta informó, sin medias tintas, de que estaba buscando fondos en Europa para que el tren litoral echara a andar. El proyecto llegó a la mesa del Banco Europeo de Inversiones (BEI) con el fin de buscar liquidez. El siguiente hito fue la reunión bilateral entre el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y el ministro de Fomento, José Blanco, departamento que tiene encomendado acondicionar el tramo entre Málaga y Fuengirola. El encuentro se cerró con un acuerdo para crear una sociedad mixta que incentivará la participación de capital privado. El convenio aún está pendiente de firma.
«Prioridad»
Las dos administraciones, más aún después de salvar sus desencuentros iniciales, se resisten a hacer un paréntesis en una infraestructura vital para el futuro de la Costa del Sol y del conjunto de la provincia. La propia delegada del Gobierno andaluz en Málaga, María Gámez, admitió esta semana los retrasos pero valoró que los cinco millones de euros para 2010 permitirán que no se paralice lo que está en marcha. Fue tajante: «El tren litoral es una de las apuestas a las que no pensamos renunciar».
El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, también lo tildó de prioridad en su visita de esta semana a Mijas y confirmó la apuesta por este medio de transporte. Pero los datos son tozudos. La presupuestaria para el próximo ejercicio no dará más de sí e incluso será menor a los ocho millones de euros de este ejercicio, que se cerrará sin que las máquinas asomen por el horizonte. La única obra adjudicada por el momento, sin fecha para el pistoletazo de salida, es la que dará forma al tramo entre La Cala de Mijas y Las Lagunas. Sólo este primer trazado del corredor ferroviario, que recorrerá cuatro kilómetros a lo largo de dos túneles, costará 164,7 millones de euros y necesitará de 42 meses de obras. Tres años y medio para el tramo más avanzado, lo que da una idea de en qué horizonte queda el tren litoral, lejano de las primeras fechas que se barajaban. Una la puso el ex presidente de la Junta, Manuel Chaves: 2013. Visto lo visto, una osadía.
Pero el de La Cala de Mijas-Las Lagunas es tan sólo uno de los subtramos de los tres tramos en que se dividieron los 53,2 kilómetros para la redacción de proyectos: uno entre Fuengirola y Los Monteros, en Marbella; un segundo entre Los Monteros y San Pedro Alcántara; y el último entre San Pedro Alcántara y Estepona. Todos están inmerso en la redacción de los proyectos. Los alumnos más aventajados son los que discurren entre Fuengirola y San Pedro. En el vagón de cola, el tramo entre San Pedro y Estepona, la última redacción de proyecto licitada.
A 20 minutos
De lo que no hay resquicio de dudas es de que cuando el tren litoral empiece a rodar, pasajeros no le faltarán. Según un estudio de la Junta de Andalucía, la demanda estimada es de unos 100 millones de viajes al año. ¿Su principal atractivo? El trayecto entre Estepona y Marbella se cubrirá en 20 minutos y el de Marbella y Fuengirola, en sólo 17,5 minutos. Sin atascos ni problemas de aparcamiento.
Entre medias, 14 estaciones. Habrá apeaderos en Las Lagunas, La Cala de Mijas, Calahonda, Las Dunas, el hospital Costa del Sol, Puerto Banús y San Pedro Alcántara (su diseño ya está adjudicado); una en Fuengirola y dos más en Marbella: en el Palacio de Congresos y junto al puerto pesquero (pendientes de su adjudicación) y en Estepona, en Benamara, en Cancelada, en la zona centro y al oeste. Por sus vías podrán circular también los trenes de alta velocidad, otra de las esperanzas de los empresarios de la costa occidental. Eso, si las administraciones cogen su mismo impulso.

Estepona Un giro en el convenio de Chamartín permitirá la construcción de 826 VPO, (LAOPINION)

N. A. ESTEPONA El polémico convenio urbanístico de Chamartín que fue firmado en la etapa de Antonio Barrientos como alcalde de Estepona, ha sido desbloqueado. El equipo de gobierno ha sacado adelante, junto a la oposición, una modificación puntual de elementos del actual planeamiento para transformar suelo residencial libre a industrial y de vivienda protegida en la zona conocida como Camino de Casares. De esta manera se deja sin efecto el convenio originario por el que la empresa Chamartín construiría vivienda libre y, además, 500 inmuebles de protección oficial. Según el alcalde de la localidad, David Valadez, este convenio era perjudicial para los intereses del municipio ya que "hipotecaba gran parte de los aprovechamientos municipales" que el Consistorio cedía en la zona de Arroyo Vaquero, El Padrón y Cancelada".
Con esta modificación, explicó el alcalde, se da luz verde al convenio que llevaba años paralizado, al mismo tiempo que se pretende conseguir suelo "de forma rápida y efectiva" para la construcción de un total de 826 viviendas de protección oficial en la zona de Las Mesas sobre una superficie de más de 33.000 metros cuadrados.

Polígono. De la misma forma el desbloqueo de este convenio supondrá que se conseguirá suelo para la ampliación del polígono industrial y para equipamiento escolar y social. En este sentido, Valadez aseguró que este acuerdo es muy beneficioso para el municipio ya que permitirá la ampliación del polígono industrial que, hasta la fecha, no contaba con más terrenos donde expandirse. En este sentido, aseguró que la empresa también ha visto con buenos ojos esta modificación del convenio ya que en estos tiempos de crisis en los que la venta de vivienda está prácticamente parada, la creación de naves e infraestructura industrial es una alternativa al parón de la construcción en cuando a vivienda residencial.