domingo, 30 de marzo de 2008

Malos tiempos para el negocio inmobiliario (La Opinión)

La estadística ha puesto en evidencia esta semana que el mercado de la vivienda está en horas bajas como consecuencia de un ajuste más brusco de lo inicialmente previsto, lo que pone en aprietos a muchas empresas del sector entre las que están proliferando las solicitudes de concurso de acreedores.
De acuerdo con las cifras oficiales, los permisos para construir nuevos pisos cayeron más de la mitad en enero, lo que permite prever que el número de viviendas iniciadas este año bajará notablemente, pese a que estos dos indicadores no tengan una correspondencia exacta. No corren buenos tiempos para construir casas que ya no tienen la venta garantizada, como muestra la caída del 27 por ciento en el último año de las operaciones de compraventa, según la estadística del INE realizada con datos de enero. Una vez que la inversión especuladora ha salido del mercado de la vivienda, éste sigue contando con una demanda más o menos estable, garantizada por quienes se emancipan solos o forman una familia, si bien estos potenciales compradores están retrasando su decisión por las mayores dificultades para conseguir una hipoteca y la perspectiva de que los precios puedan bajar. Esta esperanza está siendo alimentada por los expertos, cuyas opiniones tienen amplio reflejo en los medios de comunicación, mientras que desde el propio sector se afanan en explicar que es muy difícil que eso ocurra con las viviendas nuevas, debido a que el valor del suelo y los costes de construcción limitan la capacidad de los promotores para bajar el precio final. Sin embargo, las previsiones son muy cambiantes y la patronal de los promotores madrileños Asprima ya pronostica una caída de precios del 8 por ciento para este año, si bien se trata de una media que incluye la vivienda usada, donde los vendedores tienen más posibilidades de rebajar unos precios que en muchos casos corresponden a expectativas desmesuradas. Asprima prevé asimismo que el número de viviendas iniciadas caiga en 2008 hasta 300.000 unidades, algo más de la mitad de las empezadas el año pasado, lo que acarreará la destrucción de 600.000 empleos durante los dos próximos años. Por esta razón, esperan que el Gobierno tome la iniciativa y ponga en marcha medidas financieras y fiscales que permitan dar salida a las viviendas que no se venden y que alivien el estrangulamiento que padecen las empresas del sector por la falta de liquidez. Ante esta situación, no queda más remedio que negociar con los bancos para alargar los plazos de vencimiento de los pagos. Este ha sido el caso de Martinsa Fadesa, que esta semana ha conseguido poner de acuerdo a todos sus acreedores para que le refinancien su deuda total (5.153 millones de euros), con lo que ha eludido el abono de 362 millones que cumplía en marzo. Diferente es el caso de Colonial, que sin estar acuciada por los plazos de amortización de sus créditos, ha visto como su venta al fondo soberano de Dubai ICD se ha frustrado en dos ocasiones por la imposibilidad de los árabes para conseguir un acuerdo con los bancos acreedores de la inmobiliaria, cuya deuda total supera los 8.000 millones. Más complicada es la situación de pequeñas y medianas empresas, con las que las entidades financieras estás siendo menos condescendientes, por lo que se ven obligadas a pedir en los tribunales la suspensión de pagos para evitar la quiebra. Las pioneras en la presentación del concurso voluntario de acreedores fueron Llanera en Valencia, Contsa en Sevilla o Jale en Cádiz, y sólo en las dos últimas semanas también lo han solicitado Seop, Cosmani Inmobiliaria y la constructora de vivienda protegida Prasi, mientras que otras como Detinsa negocian la venta de activos para evitar los impagos. Nadie se atreve a predecir cuántas les seguirán, pero los expertos coinciden en que es sólo la punta del iceberg.

Las promotoras dirigen sus inversiones a centros comerciales frente a la edificación residencial (La Opinión)

Las grandes promotoras canalizarán sus inversiones en el sector de centros comerciales, en detrimento del debilitado mercado de la edificación residencial, a pesar del retroceso experimentado por el consumo en los últimos meses, según un estudio de Alimarket al que tuvo acceso Europa Press.
EP De esta forma, el sector de centros comerciales se erigirá en elemento diversificador de las carteras de las grandes promotoras en muchos casos y de forma creciente, al tiempo que se verá reforzado por la oportunidad que brinda a las firmas de patrimonializar activos. En este sentido, la promotora Sonae Sierra destacó que siguen existiendo grandes oportunidades de inversión, tanto en la promoción de nuevos centros como en la modernización de los ya existentes. Concretamente, a lo largo de 2007 entraron en funcionamiento 25 nuevos centros comerciales en España, que aportaron 621.756 metros cuadrados de Superficie Bruta Alquilable (SBA) y a los que previsiblemente se unirán otros 25 complejos durante el presente ejercicio, según el informe. De cumplirse las expectativas para los próximos meses, España se colocará a la cabeza de Europa en cuanto a Superficie Bruta Alquilable (SBA) puesta en el mercado, por delante de Italia, Reino Unido, Francia, Polonia o Turquía, entre otros. A la hora de decidir la ubicación de un centro comercial, los promotores apuestan dentro de las grandes ciudades por nuevas áreas urbanísticas con importantes necesidades dotacionales para implantar sus complejos o por el centro histórico, que ofrece la posibilidad de rehabilitar viejos edificios dedicados anteriormente a otros usos. Otro nicho de mercado es el de las poblaciones de entre 75.000 y 100.000 habitantes, que acogieron alrededor de un 70% de los centros abiertos en 2007 y que, en los próximos años, continuarán en el punto de mira, puesto que necesitan dotarse del equipamiento comercial necesario para satisfacer los incrementos de población que están experimentando. En cuanto a las características del centro en sí, un diseño atractivo y la multifuncionalidad son condiciones básicas a la hora de concebirlo, valorándose asimismo la especialización del equipamiento, destaca el estudio. Ultimamente, los promotores centran su interés en los parques de medianas superficies, ya que un tercio de las aperturas realizadas en 2007 correspondieron a este tipo de equipamientos, si bien el grueso de los centros que serán inaugurados hasta 2010 serán complejos de gran tamaño.

Cae la compra-venta de viviendas protegidas (SUR)

La compra-venta de viviendas protegidas en Málaga descendió el pasado mes de enero un 21,3% en relación a 2007, al situarse en las 2.863 viviendas. En cuanto viviendas de renta libre, de las 11.471 operaciones que se registraron en Andalucía, 2.746 corresponden la provincia de Málaga. En líneas generales, la compra-venta de viviendas en Andalucía descendió el pasado mes de enero un 24,4% con relación al pasado año, pasando de las 16.819 unidades de 2007 a las 12.699 viviendas en 2008.

Un juzgado ordena la demolición de una casa construida sin licencia en Málaga (SUR)


La vivienda está levantada desde el año 2004 sobre suelo no urbanizable en el diseminado de Los Ruices. El dueño ha sido condenado a seis meses de prisión y 2.000 euros de multa

Los tribunales se han propuesto poner coto a la construcción ilegal en la provincia. El Juzgado de lo Penal número 1 ha condenado a un hombre por construir una vivienda sin licencia y en suelo no urbanizable en el diseminado de Los Ruices, en la capital, y ordena su demolición. En la sentencia, a la que tuvo acceso Europa Press, se declara probado que en septiembre de 2004 el acusado llevó a cabo las obras de construcción de una vivienda unifamiliar de 70 metros cuadrados en la parcela de su propiedad ubicada en dicho núcleo, terreno que según el plan general de ordenación vigente a la fecha de los hechos estaba calificado «como no urbanizable común de control paisajístico».Además, la resolución precisa que el acusado no había obtenido licencia de obras por parte del Ayuntamiento de Málaga, que abrió expediente administrativo para sancionarlo por infracción urbanística. Para la juez, los hechos se enmarcan en el delito contra la ordenación del territorio y condena al hombre a seis meses de prisión, multa de 2.160 euros e inhabilitación durante seis meses.EmbarazoEn los fundamentos jurídicos, la juez expresa que el procesado «pese a no contar con licencia para la construcción de la obra que realizó», construyó una vivienda, «como así lo reconoció no sólo en instrucción sino también en el juicio oral, argumentando que en un primer momento era una construcción de cuadras «para animales», pero añadiendo que «luego su hijo dejó embarazada a la novia y la destinó a vivienda».El acusado declaró que acudió a informarse, «aunque no aporta prueba alguna», y que le dijeron que sí podía construir unas cuadras, aunque «no consta que solicitara licencia para las mismas». Además, dijo que «cuando ocurrió lo de su hijo» preguntó para hacer una casa y le dijeron que «por el momento no se podía hacer, pero iba a salir el plan parcial».En este punto, el procesado admitió que «se adelantó a la construcción de la vivienda sin solicitar licencia ni presentar proyecto alguno». Por lo que el tribunal incide en que se dan los elementos para considerarse un delito urbanístico, puesto que el hombre «pese a tener conocimiento de que no podía llevar a cabo la citada construcción, la realizó».Además, señaló que no se han aportado pruebas de que la construcción se pueda legalizar, a pesar de que lo indicara la defensa, al no constar que se haya llevado a cabo gestión alguna de cara a la legalización, ni que hayan aprobado los planes parciales.