domingo, 27 de enero de 2008

Cinco décadas volcado en el progreso y mejora de Málaga (La Opinión)

Enrique van Dulken lleva más de medio siglo preocupado por el urbanismo y las expectativas de la ciudad. En 1976 fundó Aesdima, la asociación para el desarrollo de Málaga que preside
Ni la edad (en marzo cumplirá 90 años) ni algún achaque pasajero impiden al malagueño Enrique van Dulken acudir a diario a su despacho en la calle Salitre para seguir la actualidad de Málaga y colaborar, como presidente de honor de la Asociación para el Desarrollo Integral de Málaga (Aesdima), en la marcha de la ciudad.Admite que la vitalidad le viene de su abuelo Gerardo, un holandés de Rotterdam que hacia 1880 viajó a Málaga, por cuenta de unas bodegas de Burdeos, para hacer un informe sobre la uva moscatel. Don Gerardo terminó casándose con una joven malagueña de apellido danés, Nagel, y se afincó en esta tierra, poniendo en marcha un negocio de consignatario de buques."Dulken es un pueblo muy pequeño en la frontera germano holandesa", explica don Enrique de su apellido. Su primera lengua, antes de hablar español y entrar en el Colegio Francés de Málaga, fue el holandés. Este bagaje, que se completó con el inglés, continuó en el Instituto Escuela de Madrid y en 1936, en la famosa Residencia de Estudiantes. "El director era el malagueño Alberto Jiménez Fraud, era un ´tío postizo nuestro´ porque era muy amigo de mis padres. De chico iba todos los fines de semana a su casa y conocía a todos los estudiantes de la residencia, con los que jugaba al fútbol", destaca. Tampoco olvida en su adolescencia y juventud a quien fuera cónsul de Estados Unidos, Edward Norton, gran amigo de la familia. Sus diarios, publicados hace un par de años en forma de libro (´Muerte en Malaga´) forman un relato objetivo y veraz de los primeros seis meses de Guerra Civil. "Tuve una gran amistad con él", recuerda. Tras la guerra, comienza a estudiar la licenciatura de Química en Sevilla, pero en 1942 se convierte en gerente de la empresa familiar de exportación de productos agrícolas. "Le dije a mi padre si necesitaba ayuda y me dijo que me quedara", comenta. En 1952 es nombrado vicecónsul de los Países Bajos y en el 56 cónsul de Bélgica. "Necesitaban un cónsul que supiera hablar flamenco y francés", explica. Así, siguió la tradición consular, iniciada con su abuelo Gerardo y su padre, Enrique. Después de estar 45 años al frente del consulado de Bélgica, Enrique van Dulken cree que ha sido muy satisfactorio "entregarse a los súbditos que tienen problemas y resolvérselos". También fue satisfactorio su paso por la política municipal, que empezó en 1952 y duró seis años. "La primera vez que me propusieron ser concejal lo rechacé, pero luego el gobernador me convenció al decirme que así defendía los intereses de la ciudad, y le tuve que decir que sí". Van Dulken comenzó siendo concejal de Cultura con el alcalde Pedro Luis Alonso, una etapa que aprovechó también a fondo para formarse. "El archivero municipal, Francisco Bejarano Robles se extrañó de que todos los días me pasara una, dos o tres horas con él conociendo cosas de Málaga. Era un hombre encantador y muy culto".Nombrado teniente alcalde en 1954, con la llegada de Francisco García Grana a la alcaldía (1958) se convirtió en concejal de Beneficiencia y luego delegado de Aguas. "Había dos cosas que no quería ser, delegado de Cementerios y delegado de Aguas", bromea. La etapa municipal fue "una experiencia muy buena" pero también le enseñó una importantísima lección: "Soy crítico con las administraciones públicas porque no creo que funcionen, la política se mete por medio y no deja actuar". Esta experiencia en ´la cosa pública´ haría que compaginara los negocios familiares con trabajo a favor del desarrollo de Málaga. "He intentado trabajar por la ciudad porque siempre he sentido una atracción tremenda por el urbanismo, desde el punto de vista del planeamiento". En 1976 funda Aesdima, junto con un grupo de malagueños interesados en las expectativas de Málaga, entre ellos, el actual alcalde Francisco de la Torre, con quien mantiene una buena relación, aunque a veces discrepen."En esa época, había muchas posibilidades de pensar y planear soluciones. Málaga tenía espacio suficiente y estaba deshaciéndose su base industrial, sustituyéndola con el turismo. Entendía que debía mantener la base industrial". Comenzaron muchos viajes a Madrid para hacer gestiones, "por iniciativa propia y con medios propios", aunque para Aesdima, recuerda, ha sido fundamental el apoyo de empresas como Bacardí, Aceites Minerva o Larios. Desde su fundación, Aesdima ha participado en todos los foros sobre el futuro de Málaga, aportando ideas y proyectos, como la llegada del Parque Tecnológico de Andalucía, el AVE o la ampliación del Puerto. Y con respecto al Plan Especial del Puerto, Aesdima siempre defendió la conservación del silo para transformarlo en el Museo Naval de Málaga, y se opuso a que los muelles 1 y 2 se destinaran a un uso que no fuera el estrictamente portuario. Para Enrique van Dulken, con este plan especial, el Puerto no será "ni chicha ni limoná", perdiendo así empuje comercial. "Debería ser más portuario", resume.El Morlaco y Repsol. También se muestra crítico con el proyecto de un puerto deportivo en El Morlaco, por considerar el sitio inadecuado, igual que no ve nada claros los rascacielos de Repsol, a causa de los problemas de tráfico que producirán. Con respecto al crecimiento de Málaga, considera que la ciudad "no puede seguir este ritmo". A su juicio, "el territorio municipal es pequeño y está semiagotado, se ha construido demasiado" y tendrá que venir "un parón". "Las cosas hay que pensarlas y prepararlas con mucho tiempo", piensa, algo que, destaca, no siempre ponen en práctica los políticos. Con casi 90 años, su lucidez e inteligencia continúan al servicio de Málaga

Sando construirá un centro en Cartuja 93 (La Opinión)

El grupo constructor malagueño Sando invertirá cerca de 20 millones de euros en su centro que aglutinará todas las actividades de I+D+i en el Parque Científico y Tecnológico Cartuja 93 de Sevilla, concretamente en el solar que ocupaba el pabellón de Checoslovaquia durante la Exposición Universal de 1992, donde esperan iniciar las obras en verano.Según indicaron fuentes del grupo, Sando ha considerado preciso instituir en Cartuja 93 una estructura empresarial "que dé cabida y soporte a nuestras actividades globales en I+D+i, para crear las sinergias entre empresas filiales que permitan al grupo desarrollarse en el campo de las nuevas tecnologías, sin perjuicio de los aspectos fiscales, patrimoniales, laborales, financieros y sucesorios de sus accionistas".De esta forma, la empresa de Grupo Sando Alfa Renta y Patrimonio SL, será la sociedad encargada de prestar a las restantes empresas del grupo servicios de telecomunicaciones, informática y gestión de empresas, así como servicios empresariales "cualificados", mediante la previa adquisición y construcción del inmueble.En ese sentido, el grupo prevé situarse en la zona dedicada a tecnologías avanzadas del Parque Tecnológico Cartuja 93, concretamente en la parcela TA-14.1, donde está emplazado el Pabellón de Checoslovaquia de la Expo 92, que ya se está empezando a demoler. Una vez que empiecen las obras, el plazo estimado para finalizar el nuevo edificio es de 18 meses. La superficie del edificio superará los 4.500 metros cuadrados y estará equipada con el material para las actividades basadas en nuevas tecnologías.

La presión fiscal en la Costa del Sol dobla la de Málaga capital (SUR)

En Marbella, séptima localidad española con mayor carga tributaria, una familia abona unos 705 euros al año, el triple que en el caso de Málaga. Los municipios turísticos que tienen más autonomía financiera y con mayor renta per capita soportan más carga impositiva
Una familia de Marbella con dos hijos, una vivienda de coste medio y un coche paga al año unos 705 euros en impuestos, el triple que en la capital. Según un estudio sobre presión fiscal elaborado por las universidades de Málaga y Granada, la mayoría de los municipios de la Costa del Sol Occidental soporta una presión fiscal muy por encima de la media española, debido a varios factores, como la renta por habitante, la autonomía financiera de los ayuntamientos o los servicios turísticos que prestan. Los hogares del litoral occidental pagan el doble de tributos que las familias de Málaga, donde la media es de 265 euros. Municipios turísticos. Localidades como Marbella, Mijas, Estepona o Torremolinos encabezan la lista de localidades españolas con más carga impositiva. En el caso de Marbella, que ocupa el séptimo lugar, triplica la media española, cifrada en 278 euros.También otros municipios como Rincón de la Victoria (341 euros); Alhaurín de la Torre (332 ); Vélez Málaga (298); o Nerja (296) superan la media nacional. Pero curiosamente la capital se mantiene por debajo de la tasa de tributos española, pese a ser una de las mayores en población, y ocupa el puesto 29 de las capitales con más carga fiscal. Por encima se sitúan ciudades medianas, como Burgos, Toledo, Huesca, Logroño, Zamora o León. Barcelona es donde más impuestos se paga, debido fundamentalmente al número de habitantes y mayor renta familiar. El informe refleja que los municipios turísticas con más población pagan más tributos. Los autores Daniel Carrasco, Andrés Navarro y Dionisio Buendía coinciden en que estas localidades tienen una importante población flotante que, si bien paga impuestos, no se encuentra empadronada en el municipio, con lo cual, esos ingresos no se computan y hace que el indicador de presión fiscal se dispare, a efectos estadísticos. Pero hay otros motivos que influyen en la carga fiscal. Dionisio Buendía, profesor de la Universidad de Granada, manifiesta que la gestión de los ingresos por parte de los ayuntamientos condiciona, pues "cuanto mayor es su autonomía financiera, más impuestos se pagan", ya que se utilizan más los fondos municipales, en lugar de subvenciones y otras aportaciones privadas. Como ejemplo, Estepona, que soporta una alta presión fiscal, es la cuarta localidad española con mayor independencia financiera. También encabezan el ranking Mijas, Benalmádena, Marbella, Rincón de la Victoria y Torremolinos. El volumen de población es un factor determinante en los impuestos, por eso los municipios grandes tienen una mayor recaudación tributaria.Los expertos también reseñan en el estudio que las poblaciones con más índice de envejecimiento, esto es la tasa de mayores de 65 años- tiene una menor presión fiscal. En Málaga, donde los jubilados representan el 14 por ciento de los censados, apenas influye esta variable, dado que aún su peso demográfico no es significativo.Pero un indicador que determina la cantidad de impuestos que cada familia malagueña paga es precisamente su renta. En zonas costeras, ligadas a un mayor crecimiento económico, la recaudación tributaria es mayor, según comenta el experto Dionisio Buendía. Esto explica que en localidades del interior, más ligadas al sector agrícola, se paguen menos tributos. Los ayuntamientos costeros son más autosuficientes por el volumen de ingresos que les reporta los ciudadanos con más poder adquisitivo. Por contra, los municipios con más tasa de desempleo suelen tener una menor carga fiscal.